De acuerdo con Ana Seubert Ravelo, investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que el alzhéimer es la enfermedad neurodegenerativa más común en el mundo y en México. Según cifras oficiales, afecta a más de un millón 300 mil personas mayores de 65 años.
En el mes del alzhéimer, Seubert Ravelo explicó que el alzhéimer afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento de quienes lo padecen y es la principal causa de demencia en personas mayores de 65 años; sin embargo, aunque existen estudios y avances para entender la enfermedad, aún no hay tratamientos para curarlo.
En el mundo, cerca de 60 millones de personas mayores de 65 años, 8.1 por ciento mujeres y 5.1 por ciento hombres, tienen alzhéimer y aunque el envejecimiento es un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad, no es seguro que al llegar a la vejez las personas tengan alzhéimer, puntualizó la experta de la máxima casa de estudios.
Cuando el alzhéimer inicia, la memoria a corto plazo es la que se ve afectada y se comienzan a deteriorar funciones ejecutivas como la capacidad de adaptarse ante situaciones de alta demanda, hay apatía e irritabilidad y luego surgen otros daños en la función visoespacial, coordinación motora, en el lenguaje y la memoria va empeorando.
Ana Seubert explicó que el alzhéimer es responsable del 60 al 80 por ciento de los casos de demencia en el mundo, pero entre un cinco y 10 por ciento de los pacientes con demencia son por patologías vasculares. Además, la investigadora destacó que la demencia senil no existe, pues la edad por sí misma no es la causa del padecimiento.
“El alzhéimer no es algo normal del envejecimiento, sino el resultado de cambios complejos en el cerebro que inician años antes de que aparezcan los síntomas y que originan la pérdida de neuronas y sus conexiones”, comentó la experta y detalló que se debe analizar cada caso de alzhéimer para entender qué lo causa.
Seubert Ravelo comentó que también puede existir demencia en edades tempranas y aunque es poco común, pueden empezar a aparecer síntomas entre los 35 y 50 años. “A menor edad de inicio de esta patología, mayor probabilidad de que haya algún factor genético importante que la desencadene”, dijo la investigadora.
Finalmente, Ana Seubert compartió que aunque el alzhéimer y otras demencias son inevitables, es posible retrasarlas por medio de actividad física, una dieta balanceada como la mediterránea, mantener un peso saludable y sostener actividad social, y llamó a la sociedad a mejorar su conocimiento sobre ese tipo de enfermedades mentales.
“Mantenernos activos mental y socialmente son situaciones que incrementan la reserva cognitiva, es decir, que haya mayor conexión entre neuronas y, ante una enfermedad neurodegenerativa, nos permita tener un poco más de resistencia”, concluyó la experta y llamó a estar alertas de cambios en memoria y conducta de familiares y enseguida acudir con especialistas.
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