Tras el confinamiento causado por la pandemia, el uso de pantallas se intensificó lo que nos trajo muchos beneficios, pero también muchas desventajas, entre ellas, las afectaciones a la visión de los menores de acuerdo con Jessica Vargas Ortega, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Vargas Ortega, quien es oftamóloga pediátrica, explicó a Gaceta UNAM que la luz natural es muy importante en el crecimiento de las estructuras oculares de un menor y cuando no hay una exposición adecuada a ese elemento, se pueden agudizar las incidencias en los errores reflectivos oculares de los menores.
“Cuando los niños no se exponen de manera suficiente a la luz natural, el proceso de emetropización no se realiza de forma natural y comienza a haber mecanismos compensatorios, uno de estos es la miopía”, detalló la experta y recalcó que tanto la pandemia como otros factores han impedido que los niños jueguen en espacios públicos.
Jessica Vargas explicó que todos los niños, sin importar la edad que tengan, deben estar expuestos a la luz natural al menos dos horas por día e hizo enfasis en que los niños menores de cuatro años no deben estar frente a aparatos electrónicos y en el caso de los bebés es “imposible ¡jamás!” debe estar frente a pantallas.
La experta recalcó que la edad en la que los niños pueden iniciar contacto con pantallas son los cinco o seis años, pero máximo por una o dos horas y hasta los 15 o 16 años, se permite médicamente que las personas pasen de cuatro a cinco horas con un dispositivo electrónico, de la conocida luz azul que reduce el parpadeo.
“El parpadeo es un fenómeno que de alguna manera nos protege la superficie del globo ocular, porque al ejecutarse se lubrica, y en cuanto estamos frente a las pantallas no parpadeamos”, aseveró la especialista.
Uso de pantallas y aumento de peso
Por otro lado, el uso excesivo de dispositivos, que se elevó con la pandemia de SARS-CoV2, no sólo afecta la visión ocular también ha propiciado el sobrepeso y obesidad, y según estudios se ha encontrado que en países como España, las cifras de esos padecimientos se han disparado.
El Estudio Pasos, de Fundación Gasol, que estudió a tres mil pequeños españoles de entre ocho y 16 años, arrojó que uno de cada tres niños y jóvenes de ese país tiene sobrepeso y obesidad, y que tras la pandemia los hábitos saludables de los menores han empeorado y se han olvidado.
Según el informe, los niños hacen menos ejercicio y actividades físicas, pasan más tiempo frente a pantallas, duermen menos por el uso excesivo de dispositivos, tienen menos un seguimiento de dieta mediterránea y sobre todo las niñas se sienten más infelices.
Ante las cifras, los expertos recomiendan que los padres pongan especial atención al uso de los menores a aparatos digitales, pues la luz azul afecta visualmente a los menores, aumenta las posibilidades de sobrepeso y obesidad, y también puede llegar a afectar la postura de los niños.
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