En 2019, el Día Mundial de la Diabetes tiene como tema “Familia y diabetes”, porque la unidad familiar es clave en la prevención, el diagnóstico y el apoyo del diabético.
La diabetes es una enfermedad que aqueja a 420 millones de personas en todo el mundo, es la séptima causa de muerte y fuente de complicaciones en la salud, como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, ceguera y amputaciones.
El problema no queda en lo personal o en el ámbito familiar, sino que trasciende a lo social, pues los sistemas de salud públicos son los encargados de cubrir los gastos del tratamiento, que es de por vida.
Pero también existen casos en los que el diabético carece de seguridad social y tiene que costear su tratamiento; en ocasiones esto no se da, lo que deriva en un excesivo deterioro de la salud. En algunos países es un verdadero reto acceder al tratamiento, debido al elevado costo de la insulina.
“Unos 65 millones de personas con diabetes de tipo 2 necesitan insulina, pero sólo la mitad de esa cantidad puede acceder a ella, debido en gran medida a los altos precios”, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La inyección de insulina se usa para controlar el azúcar en la sangre de las personas diabéticas, pues en la diabetes de tipo 1 el cuerpo no produce suficiente insulina, y en la diabetes de tipo 2 la hormona se produce, pero el cuerpo no la utiliza adecuadamente.
“Demasiadas personas que necesitan insulina se enfrentan a dificultades económicas para acceder a ella, o se quedan sin la sustancia y arriesgan sus vidas”, señala del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus en el marco del Día de la Diabetes.
Asimismo, advierte que dicha enfermedad va en aumento en todo el mundo, en especial en los países de ingresos bajos.
Ante la falta de acceso a la insulina, medicamento necesario para los diabéticos, la OMS anunció un programa piloto de precalificación de insulina humana con la finalidad de extender el tratamiento de la diabetes en países de bajos recursos.
Se pretende aumentar el flujo de productos de calidad en el mercado internacional y ofrecer a los países más opciones, así como a los pacientes, precios más accesibles, pues a pesar de la amplia oferta, los precios actuales del medicamento son un obstáculo para algunas naciones.
Y es que, denunció el organismo de las Naciones Unidas especializado en la promoción de la salud, hay tres fabricantes que controlan la mayor parte del mercado mundial y son los encargados de fijar los precios que son “prohibitivos” para los países y personas de bajos recursos.
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México debe atender la obesidad y la diabetes
En México, 13% de la población adulta tiene diabetes, ocupando el primer lugar de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), superando la media internacional que es 6.4%, aún por encima de Estados Unidos. En ese sentido, nuestro país también tiene la tasa más alta de ingresos hospitalarios por diabetes.
A pesar de los preocupantes números, la cifra de diabéticos era aún mayor, pero en el periodo de 2012 a 2017 disminuyó en 25%, de acuerdo con el informe Health at a Glance 2019 de la OCDE.
Otro dato que destaca el informe de la OCDE es que en México casi tres cuartas partes de los adultos tienen sobrepeso u obesidad, condición que potenciaría la probabilidad de padecer diabetes tipo 2 en algún momento.
En ese sentido, el organismo internacional recomienda reformular alimentos y bebidas para reducir los niveles de grasas saturadas, azúcares y sodio; campañas en los medios de comunicación; y el correcto etiquetado de alimentos.
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