Jonathan es la prueba de que no importa la edad o condición física, todos deben cuidarse por igual y entender que el COVID-19 es una enfermedad sumamente contagiosa.
Luego de 22 días intubado y en alerta máxima por serias lesiones pulmonares, Jonathan ganó la batalla contra el COVID-19 y fue dado de alta por doctores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). A pesar de eso, las secuelas de la enfermedad marcaron su vida y sus pulmones sufrieron afectaciones en 60%.
Jonathan, de 29 años, ingresó de urgencias al Hospital General de Zona con Medicina Familiar Número 29 Belisario Domínguez, del IMSS, el 18 de junio y desde ese entonces comenzó la lucha por su vida, pues tan sólo un día después de ingresar se le tuvo que intubar por la gravedad en las lesiones que el COVID-19 causó en los pulmones del joven. Jonathan no fue el único que enfermó, pues toda su familia también se contagió, pero él sí fue quien necesitó atención médica.
Jonathan, recuperado pero marcado para toda la vida
Juan Cruz García Rodríguez fue uno de los especialistas que estuvo involucrado en el tratamiento de Jonathan y aseguró que, durante su estadía en el hospital, el joven atravesó momentos críticos, ya que tuvo una falla cardiaca y un severo daño en los pulmones. Además, expuso que cuando el joven llegó al hospital ya tenía alrededor de 15 días con la enfermedad desarrollándose en su organismo.
De acuerdo con los doctores, antes de contagiarse de COVID-19, Jonathan no tenía ningún antecedente de enfermedades respiratorias, no tenía diabetes ni hipertensión, lo único que presentaba era obesidad y en 22 días de hospitalización bajó alrededor de 20 kilos.
Como consecuencia de la neumonía que sufrió Jonathan, causada por el COVID-19, el joven desarrolló fibrosis pulmonar, que es una enfermedad que surge en adultos mayores que estuvieron expuestos en minas o que fumaron por más de 40 años. Jonathan no fuma y tiene 29 años.
Ahora que Jonathan fue dado de alta, el área de neumología debe evaluar de qué manera se va recuperando el paciente y seguirá en tratamiento. Por su parte, Jonathan afirmó estar agradecido con los doctores, por animarlo y no dejarlo caer. “Ellos siempre encontraban una forma de demostrarme que la vida era de otra manera y nunca dejaron que yo decayera”, aseguró el joven.
Finalmente, Jonathan hizo un llamado a todos los que no creen en el COVID-19 o siguen sin tomar en cuenta las medidas de protección establecidas por las autoridades, pues esa enfermedad estuvo a nada de arrebatarle la vida. “Me siento feliz de ver a mi mamá, ya extrañaba a la familia, siempre los enfermeros y doctores me decían que le echara ganas”, dijo Jonathan.
Te puede interesar: Urge a médicos oaxaqueños material de protección