Cofepris emitió una declaratoria de riesgo sanitaria desde noviembre de 2018 para los municipios de Tula de Allende y Tepatitlán que a la fecha no han sido atendidas.
Pemex es una de las cinco petroleras con riesgo más severos en los indicadores ESG de sustentabilidad (medioambiental, social y gobernanza), de acuerdo con un reporte de la organización México Evalúa.
De acuerdo con el estudio, es urgente que Pemex mejore el manejo y gestión de sus riesgos de ESG, tanto para atender los daños en las comunidades como ganar relevancia en materia de inversión, ya que de no hacerlo quedará excluida de las mejores opciones de financiamiento en los próximos años.
Para Pemex, la calificadora Sustainalytics calculó, con datos a abril de 2021, una calificación por riesgo ESG equivalente a 56.7 puntos, que se ubica en la parte más alta del rango de riesgos ESG de su sector.
El documento “La responsabilidad corporativa de Pemex a prueba: el caso de los impactos sociales y ambientales de la refinería Miguel Hidalgo”, en la organización identifica graves riesgos ambientales y sociales en Tula, Hidalgo, y alerta sobre las omisiones de la petrolera para atenderlos.
Se detectó que las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de Pemex Transformación Industrial (TRI), que opera las seis refinerías del país, reportó un aumento del 32 por ciento en dióxido de carbono entre 2018 y 2019; y 69 por ciento de óxido de azufre, principal causante de la lluvia ácida y de enfermedades pulmonares.
También encontró que la pobreza ha afectado a la economía local de Tula, la cual es principalmente agrícola, que ocupa al 44 por ciento de la población. Más de un tercio de la población de la Cuenca de Tula vive en dichas condiciones.
Otro riesgo detectado por la organización es la producción de combustibles contaminantes, además de la emergencia ambiental declarada en junio de 2020 por la Secretaría de Salud en 135 poblados de Tula.
De acuerdo con la investigación de México Evalúa, no existen estrategias claras para mitigar estos aumentos y no se trata de una prioridad para la empresa.
Aunque la petrolera no ha publicado información detallada ni datos sobre la calidad y descargas de agua de la Refinería Miguel Hidalgo, evaluaciones hechas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), de acuerdo con el Oficio No. S00/155/2018 a la que la organización tuvo acceso, ha emitido una declaratoria de riesgo sanitaria desde noviembre de 2018 para los municipios de Tula de Allende y Tepatitlán que a la fecha no han sido atendidas.
Cofepris confirmó niveles de arsénico, manganeso, plomo y mercurio superiores a los máximos permitidos, en todos los pozos de agua para consumo humano analizados con el apoyo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en esa zona.
El análisis destaca también que una quinta parte de la contaminación registrada en la Ciudad de México es ocasionada por la dispersión de dióxido de azufre y de partículas PM2.5 suspendidas desde la zona de Tula-Tepeji, y que alrededor de 11 mil personas mueren el año en la Zona Metropolitana del Valle de México por la mala calidad del aire.
“Si Pemex desea seguir operando en Tula, debe invertir en tecnología para evaluar la productividad y reducir la contaminación, reconocer la Declaratoria de Emergencia Sanitaria emitida por la Cofepris en 2018, así como generar planes para la remediación y compensación de los daños ambientales y sociales”, concluye el reporte.
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