De acuerdo con expertas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), las olas de calor que están impactando al país, que en algunos estados han alcanzado temperaturas de hasta 45 grados Celsius y que cada vez son más recurrentes como consecuencia del cambio climático, no solo afectan la salud de los mexicanos, sino que también golpean la agricultura y economía de la nación.
Diana Escobedo Urías y Sakthi Selva Lakshmi Jeyakumar, académicas del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo, explicaron que este año podría haber varias olas de calor entre abril y noviembre, por lo que recomendaron informarse para evitar deshidratación, golpes de calor, dolor de cabeza, agotamiento y sobrecarga del sistema cardiovascular.
“La población debe mantenerse hidratada, usar ropa ligera y de colores claros, aplicar bloqueador solar aún en espacios cerrados, evitar exponerse en las horas de mayor radiación solar y mantener bien ventilados los hogares, las oficinas y los negocios”, comentó Lakshmi Jeyakumar y agregó que los incendios y sequías, producto de las olas de calor, afectan la economía y agricultura del país.
Recientemente, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) informó que reportes hasta el 14 de abril habían registrado daños en 44 mil 554 hectáreas por incendios forestales, y la mayor cantidad de territorio dañado por las llamas se ubicaba en entidades como Oaxaca, Chiapas, Jalisco, Michoacán y San Luis Potosí. Connafor atribuyó los incendios a las olas de calor que vive la República Mexicana.
“Se forman por invasión de masas de aire muy cálido o bien por la permanencia prolongada de una de estas masas en una determinada zona”, explicó Diana Escobedo del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Sinaloa, respecto a cómo se originan las olas de calor y agregó que en todas las entidades, esos fenómenos se manifiestan de manera diferente.
En el caso de Ciudad de México, la temperatura se eleva demasiado debido a las olas de calor, combinadas con el efecto invernadero propio de su ubicación en una cuenca, y por la emisión de bióxido de carbono (CO2); mientras que en otras entidades, como lo es Sinaloa, las olas de calor están muy relacionadas con la sequía y el cambio en el patrón de las lluvias.
“El cambio climático es un problema con diversas aristas, cuya atención requiere la generación de estrategias con la participación de los sectores público, privado, la población e instituciones de Educación Superior”, dijeron las expertas y llamaron a la ciudadanía a tomar las medidas adecuadas para evitar daños a la salud graves.
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