No puede dejarse de lado la investigación y el desarrollo tecnológico nacional en estas problemáticas, además de inversión en el sector.
El futuro para México en materia de estrategias de control de contaminación no se vislumbra muy halagüeño porque hacerlo cuesta dinero y a nivel mundial la mayor falla en la economía es no haber considerado los costos de esta y se están pagando las consecuencias, alertó Violeta Múgica Álvarez, investigadora de la UAM.
Al impartir la conferencia “Contaminación atmosférica y estrategias de control”, Múgica Álvarez señaló que no puede dejarse de lado la investigación y el desarrollo tecnológico nacional en estas problemáticas, además de inversión en el sector, ya que en la actualidad se ha disminuido el gasto en este rubro.
“Es una pena que no sea prioritario porque lo lamentaremos todos, no vamos a avanzar y nos quedaremos estancados, por lo que deberíamos tener un combustible ultra bajo en azufre por lo menos desde hace 10 años y no es así, se necesitan mediciones para saber qué empresa contamina más que otra y decirles: tienes que poner un filtro o un sistema de control”, indicó la académica del Departamento de Ciencias Básicas de la UAM-Azcapotzalco.
Sobre las estrategias para hacer un programa de calidad de aire en el país, la investigadora mencionó el plan Proaire, obligatorio desde 1993, que posee una visión a mediano y largo plazo para prevenir y revertir las tendencias del deterioro de la calidad del aire en una región determinada o entidad federativa, por lo que deben concurrir los tres niveles de gobierno: municipal, estatal y federal.
“Los convertidores catalíticos ya no son suficientes, tal vez vamos a tener que entrar a los autos eléctricos, necesitamos transporte público eficiente y ordenamiento urbano, así como recuperar nuestras áreas verdes y, sobre todo, se requiere mucha investigación y acuerdos internacionales para apoyo de todos”, expresó.
Entre las estrategias para la industria, Violeta Múgica mencionó mejorar e incorporar tecnologías menos contaminantes, sustituir los energéticos, reducir los servicios al máximo, generar energía limpia y renovable, tener incentivos económicos, inspección, vigilancia y también autorregulación en cada sitio.
“Los autos eléctricos son adecuados para las ciudades, pero lamentablemente todavía son muy costosos y el acceso es muy limitado, por lo que hay que seguir mejorando los combustibles, hacer más estricta la normatividad, no sólo la de los estándares de calidad del aire, sino la de los verificentros y también aquella que se impone a las industrias y, por supuesto, un transporte público seguro y eficiente, que donde hemos tenido muchas fallas”, agregó.
La investigadora de la UAM-Azcapotzalco reconoció que cada vez cuesta más trabajo abatir la cantidad de contaminantes, pues se necesita de mucha inversión en todos los sectores y para ello debe haber responsabilidades debido a que la industria quiere ganancias y el costo de la polución no lo pretende pagar, pero tampoco lo puede hacer el gobierno.
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