“Aunque todo lo que usamos genera cierto impacto ambiental podemos elegir cuales dañan menos al planeta Tierra”, comentó la ambientalista Angélica Martínez Cantú.
De acuerdo con un estudio elaborado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), los cerillos y su empaque tardan menos tiempo en desintegrarse y tienen más materia biodegradable, a comparación de diversas partes de un encendedor. La investigación fue hecha por el Centro Mexicano para la Producción más Limpia (CMP+L) que pertenece a la comunidad de investigación del IPN y que por más de 20 años ha desarrollado e implementado el concepto de producción limpia y sustentable.
La investigación, solicitada por la Cámara Nacional de la Industria Cerillera, consistió en evaluar la biodegradabilidad de cerillos, partes de encendedor y cajas de fósforos, sometiendo los artículos a estar en contacto con el suelo durante 84 días y con una temperatura de 20 grados Celsius. Con esas condiciones se estudió la pérdida de peso de cada objeto.
Cerillos y su empaque, altamente biodegradables
Al iniciar la prueba, el cerillo ya usado, pesaba 0.0644 gramos y al finalizar, el objeto obtuvo un peso de 0.0180 gramos. Según la investigación el porcentaje de biodegradabilidad del cerillo, después de los 84 días, fue de 72.01%. “Para calcular el porcentaje de biodegradación se utilizó el promedio del peso inicial de cada material, restando el promedio del peso final”, indicaron los investigadores en el informe final.
El estudio también incluye imágenes del inicio y el final del estudio, donde se muestra el aspecto del material de cerillo.
Por otra parte, la caja en donde los cerillos son empacados se estudió en partes diferentes. Primero se observó la caja exterior, después el contenedor en forma de bandeja donde los cerillos son empaquetados y, por último, se estudió la banda de fricción con la que se encienden los cerillos.
La caja exterior de los cerillos inicialmente pesó 0.0344 gramos y al finalizar el estudio el peso fue de 0.0198 gramos. El informe indicó que la biodegradabilidad registrada de la caja de cerillos fue de 42.44% y factores como la humedad del suelo estuvieron presentes durante la investigación
El contenedor en forma de bandeja, que contiene los cerillos, pesó inicialmente 0.0320 gramos y al finalizar el peso fue de 0.0120 gramos. El porcentaje de biodegradabilidad que arrojó el estudio es de 62.53%, mientras que en las imágenes del antes y después es notable la descomposición del objeto.
Por último, la banda de fricción con la que los cerillos se encienden, al inicio pesó 0.0272 gramos y al final 0.0154 gramos. El porcentaje de biodegradabilidad de la bandeja fue de 43.27% y al igual que la bandeja de que contiene los cerillos en las imágenes del antes y después del estudio se aprecia completamente la descomposición de la banda.
Partes de encendedor, sin deterioro después de 84 días
Los investigadores analizaron partes externas de un encendedor, que al inicio pesaron 0.4728 gramos y al final del estudio 0.4720 gramos. El porcentaje de biodegradación de las partes del encendedor fue de 0.16%, mínimo comparado con el de los cerillos.
La diferencia entre el peso inicial y final fue mínima, mientras que visualmente el material pareciera no mostrar descomposición.
El estudio también observó un recipiente de combustible de encendedor sin enjuagar, que inició pesando 0.1638 gramos y al finalizar el estudio, el peso fue de 0.1630 gramos. La diferencia es de ocho gramos. Respecto al porcentaje de biodegradabilidad, fue de 0.48%. Las imágenes del antes y después tampoco muestran gran diferencia, pues el material se ve completamente intacto.
La ambientalista Angélica Martínez Cantú explicó que el estudio es bastante acertado, pues los materiales con los que se fabrican los encendedores son en su mayoría plástico y metal, que se caracterizan por tener un tiempo de duración largo. “Los encendedores comienzan a mostrar signos de degradación luego de 10 años”, comentó Angélica Martínez.
Finalmente, la ambientalista invitó a la población a usar artículos menos dañinos para el medio ambiente, pues “aunque todo lo que usamos genera cierto impacto ambiental podemos elegir cuales dañan menos al planeta Tierra”.
Te puede interesar: Se dispara el uso de plásticos