“Así como los padres enseñan a sus hijos a leer, escribir, sumar y restar, así es necesario que se enseñe a los niños a amar la vida natural”, aseguró Sofía Santillán Flores, ambientalista.
El cuidado del medio ambiente no sólo corresponde al gobierno de cada nación, a las empresas o a las organizaciones, es una labor que cada persona. Especies, vegetación y vida que existe en el planeta, merecen ser preservados, pues todo lo que nos rodea es producto o parte de la naturaleza.
Concientización, el arma más poderosa a favor del planeta
Sofía Santillán Flores, ambientalista que desde hace 10 años lleva un estilo de vida ecofriendly, aseguró que la mejor manera de que las personas tengan hábitos y un estilo de vida amigable con la naturaleza es la concientización, ya que “nadie puede apoyar una causa o cosa en la que no cree o no tiene confianza”.
“Las personas deben reflexionar y darse cuenta de toda la riqueza que nos brinda la naturaleza, y entender que los recursos no son infinitos, sino se deben preservar”, destacó Santillán Flores respecto a la poca importancia que dan las personas al cuidado del medio ambiente.
Además, Sofía Santillán afirmó que cambiar los hábitos y el estilo de vida irresponsable con el medio ambiente es difícil, pues “la mayoría de las veces el ser humano sólo se preocupa por sí mismo, no muestra interés ni por otras personas y menos puede hacerlo por la vida natural que lo rodea”.
Sin embargo, recalcó que cuando el ser humano es consciente de lo necesaria que es la naturaleza y los recursos de ésta para que el ser humano exista, es mucho más sencillo que una persona adquiera hábitos que fomenten el cuidado del medio ambiente.
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Educación ambiental, conocimiento vital
Santillán Flores también aseguró que para que las personas sean conscientes y entiendan la importancia de cuidar el medio ambiente, es necesario que la educación ambiental se enseñe desde la niñez. “Así como matemáticas, español o historia, saber cómo cuidar el planeta y aprender a desarrollar prácticas para preservar la naturaleza, son conocimientos necesarios para la formación íntegra de cada persona”.
Finalmente, la ambientalista invitó a que las familias fomenten en los pequeños educación ambiental, amor y cuidado al planeta.
“Así como los padres enseñan a sus hijos a leer, escribir, sumar y restar, así es necesario que se enseñe a los niños cuestiones básicas como disminuir la cantidad de residuos que cada persona genera, depositar la basura en un contenedor y que el contenedor sea el indicado; pero lo más importante es que se enseñe a las nuevas generaciones a amar y proteger la vida natural que los rodea”, concluyó.
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