La ambientalista Sofía Santillán Flores aseguró que todo lo que consumimos tiene un impacto en el medio ambiente; sin embargo, depende de cada persona minimizar el daño que cada uno causa.
Como respuesta a los altos niveles de contaminación plástica que existen en todo el mundo, miles de personas han optado por dejar de usar bolsas de plástico, pues es uno de los artículos que más abundan y contaminan. De acuerdo con expertos, una bolsa de plástico puede tardar hasta 700 años en degradarse y mientras eso ocurre ese material estará contaminando mares, selvas, bosques y ciudades.
En México, estados como Jalisco y Durango ya han prohibido el uso de bolsas de plástico, mientras que en la Ciudad de México el uso de bolsas de plástico será restringido a partir del 1 de enero de 2020. Ante la prohibición de bolsas de plástico los supermercados han popularizado el uso de bolsas de tela, que se encuentran a la venta en los mismos establecimientos.
Puedes leer: México frena el uso de plásticos
Sin embargo, según Rubén Muñoz García, director de Medio Ambiente, Seguridad e Higiene de la Asociación Nacional de la Industria Química (Aniq), aseguró que esas bolsas, creadas supuestamente para ser ecológicas, son fabricadas con polipropileno tejido, el mismo material plástico del que están hechos los popotes.
Los popotes son artículos que han sido rechazados por miles de consumidores, luego de que se hicieran virales videos de tortugas marinas con popotes atorados en sus fosas nasales, cientos de marcas mundiales han lanzado campañas contra el uso de popotes y empresas como Starbucks han modificado sus vasos para evitar promover el uso de popotes.
Ante la desinformación que los consumidores tienen, Muñoz García explicó que es importante que se establezcan datos exactos que arrojen el impacto ambiental preciso que tienen diversos materiales en el mercado, para que los consumidores puedan tomas mejores decisiones respecto a lo que compran.
Tipos de bolsas y su material
Sofía Santillán Flores, ambientalista y activista por los derechos humanos, recalcó que ciertamente las bolsas que venden en los supermercados están hechas en cierta parte de plástico, lo que resulta contraproducente para el medio ambiente y comentó que aunque no tienen una vida útil tan corta como las bolsas plásticas comunes su degradación podría tardar 200 años en degradarse.
Además, la ambientalista afirmó que la mejor opción para dejar de contaminar son las bolsas biodegradables y las bolsas de tela de algodón. Las bolsas biodegradables tienen la opción de descomponerse de forma natural, pues microorganismos intervienen en su desintegración, mientras que las bolsas de tela son muy resistentes, duraderas y pueden ser utilizadas para diversas cosas en caso de que las bolsas se rompan.
También puedes leer: Crean bolsas degradables y comestibles
Santillán Flores detalló que todo lo que consumimos tiene un impacto en el medio ambiente; sin embargo, depende de cada persona minimizar el daño que cada uno causa y comenzar a promover el uso de las 3 r: reutilizar, reciclar y reducir.
Finalmente, la ambientalista indicó que el reto para los consumidores es informarse qué es lo que compran, ”debido a los trucos de la mercadotecnia y a la poca importancia que le damos a lo que compramos no estamos conscientes de los materiales o ingredientes que consumimos”, aseguró Sofía Santillán.
Te puede interesar: El Osito Bimbo conducirá más camioncitos eléctricos
