Las selvas Amazonas y Lacandona son los principales pulmones que proveen oxígeno al planeta.
La región del Amazonas se incendia desde hace más de 2 semanas y las autoridades en Brasil no han tomado acciones contundentes ante el desastre de efectos aún incalculables. Las consecuencias podrían empeorar la deforestación que la selva sufre, pues desde 1996 hasta la fecha ha perdido 20% de su volumen.
Las principales causas de la deforestación son la tala de árboles y la expansión de espacios para el ganado. Debido a ese hecho, cientos de programas han retirado las aportaciones monetarias que destinaban al mantenimiento y la protección de especies en la gran reserva ecológica.
Sin embargo, así como en Brasil la civilización está acabando con la selva del Amazonas, en México se repite la historia, pues durante años se ha deforestado la Lacandona y pareciera que a nadie le importa. El territorio del paraíso natural mexicano disminuyó de un millón 800 mil hectáreas a sólo 500 mil.
En el video que puedes ver a continuación, captado por la aplicación Google Earth Engine, puedes ver la deforestación que han sufrido las selvas del Amazonas y la Lacandona de 1984 a 2018.
Al respecto de estos sucesos, Angélica Martínez Cantú, ambientalista desde hace 24 años, afirmó que el hombre acaba con espacios naturales como las selvas del Amazonas y la Lacandona porque “ha perdido toda conexión con la naturaleza. Para miles de personas, la Madre Tierra no representa nada y acabar con selvas, bosques, mares y ecosistemas de todo tipo no causa ningún remordimiento”.
“Con la influencia de la tecnología y la entrada de la civilización al mundo moderno, las personas se han desconectado de lo que realmente importa”, indicó Martínez Cantú respecto al comportamiento irrespetuoso del hombre, tanto con la naturaleza como con su propia especie, pues el desapego entre personas cada vez es más evidente y se refleja con el cuidado que damos a los ecosistemas naturales.
Martínez Cantú aseguró que la selva Lacandona es responsable de generar más de 20% de la biodiversidad en México; sin embargo, la tala ilegal y el tráfico de animales ya amenazan su existencia. “Especies como el tapir, el jaguar y la guacamaya roja están en peligro de extinción; perder esas especies sería vergonzoso para el país y un insulto al planeta”.
Por otro lado, Angélica Martínez subrayó que la pérdida de un territorio tan imponente como la selva del Amazonas sería la “mayor pérdida natural de la que el hombre pueda ser testigo” y causaría un desequilibrio inexplicable en el mundo. “Además de perder a miles de especies animales y de plantas, acabar con el Amazonas eliminaría la mayor fuente de oxígeno limpio del planeta; la Tierra sería consumida por el calentamiento global”.
Angélica Martínez hizo un llamado para que imitemos a nuestros antepasados y comencemos a apreciar lo que la naturaleza nos da. “Creemos que estamos muy avanzados y que la tecnología lo es todo, pero necesitamos mirar hacia atrás y aprender del amor de nuestros antepasados hacia nuestra Tierra”, concluyó.
Amazonas y Selva Lacandona, los más ricos espacios.
Para que entiendas mejor la importancia que tienen, tanto la selva del Amazonas como la Lacandona, te contaré algunos datos de esos espacios naturales.
La zona del Amazonas ha sido considerada por científicos y especialistas como el espacio natural más grande, valioso y rico del planeta, debido a la variedad de tribus, animales y plantas que alberga, mientras que la selva Lacandona es hogar de 70 especies animales y más de 300 tipos de árboles.
El territorio amazónico mide 7 millones de kilómetros cuadrados y se extiende por nueve países: Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú, Venezuela, Surinam, Guyana y Guayana Francesa. La selva Lacandona se localiza en Chiapas, estado reconocido a nivel mundial por ser una de las zonas más ricas en vegetación, ríos, lagos y cascadas.
Gracias a sus millones de árboles, la región del Amazonas produce 20% del oxígeno en la Tierra. ¿Sabías que cada vez que llueve en ahí, la primera gota tarda en caer al suelo hasta 10 minutos? Eso se debe a la espesura de la selva y la altura de los árboles.
La selva chiapaneca es el hogar de los lacandones, quienes se hacen llamar a sí mismos hach winik, que significa gran peñón o piedra erecta. La población total de lacandones es de 813; sin bien en la antigüedad la comunidad estaba integrada por más de tres mil miembros.
En el Amazonas habitan 250 mil nativos y, de acuerdo con World Wildlife Fund, 350 tribus que hablan 170 lenguas diferentes. Con seguridad, los especialistas afirman que al menos 50 de las tribus que habitan ese territorio nunca han tenido contacto con la civilización.
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