Yo también leo es una aplicación para que niños con síndrome de Down, autismo u otros tipos de discapacidad intelectual aprendan a leer.
Aprender a leer no es igual para los niños que tienen algún tipo de capacidad intelectual que para quienes no la tienen, a pesar de ello generalmente se utilizan métodos tradicionales para enseñar esta habilidad a los menores por lo que muchas veces algunos pequeños se frustran y tienen dificultades e inclusive no logran adquirir la habilidad para leer.
Frente a esta situación, en España, Gemma Fàbregas y Marie Anne Aimée, quienes son mamás de niños con capacidades diferentes, se dieron a la tarea de buscar una manera sencilla para que sus pequeños pudieran aprender a leer y juntas crearon la aplicación Yo también leo, gracias a la cual los niños con síndrome de Down, autismo u otros tipos de discapacidad intelectual cuentan con un aliado que les facilita su aprendizaje.
Basada en el método global de lectura, la app está especialmente diseñada para adaptarse a las necesidades de estos niños con el fin de potenciar sus capacidades. Las creadoras de esta aplicación afirman que no se trata de una aplicación para aprender a leer como otras que existen, toda vez que implementa una metodología adaptada a las necesidades de los niños con discapacidad intelectual o trastornos del desarrollo.
Este método facilita el aprendizaje de la lectura, favorece el lenguaje, fomenta la autonomía, potencia sus capacidades y aumenta su motivación.
De acuerdo a una entrevista publicada en el Observatorio del Tecnológico de Monterrey, con las creadoras de esta herramienta señalan que el método global de lectura parte del reconocimiento de imágenes ya sean fotos, dibujos o grafías de palabras. Señalan que el niño empieza reconociendo la grafía de la palabra como si fuera una imagen y más adelante es cuando empezará a descomponer la palabra en sílabas y por último reconocerán las letras.
Este método es idóneo para estos niños. “La primera de ellas es que es un método muy visual que es el canal de preferencia de estos niños para el aprendizaje de cualquier materia. Esto es debido a que el sistema auditivo es mucho más complejo y tarda más en desarrollarse, por lo tanto, si tuviéramos que esperar a que estos niños tuvieran el canal auditivo desarrollado lo suficientemente para el inicio de la lectura, seguramente empezaríamos con el proceso demasiado tarde y estaríamos perdiendo unos años muy valiosos. En segundo lugar, porque es un método que parte siempre de dotar de un significado todo lo que leen. Al tener la imagen con la grafía de la palabra debajo, todo lo que se les enseña significa alguna cosa entendible para ellos. Y en tercer lugar porque es un método 100 por ciento personalizable y que parte de los intereses del niño o niña”, indicaron.
Gemma y Aimée aseguran que estos niños necesitan en primer lugar entender lo que están haciendo, y por ello, en el método global no utilizan nunca pseudopalabras o sílabas carentes de significado (ma, me, mi, mo, mu, no significan absolutamente nada, esto sería el método silábico enseñado en las escuelas). Además, necesitan que la información les entre por el canal visual, sin por ello olvidar la parte auditiva (en la aplicación cada palabra que leen va acompañada de imagen y audio). Y en tercer lugar el método global es personalizado para poder adaptarse tanto al ritmo como a los intereses de cada alumno.
Entre las diferencias del método global con el tradicional inicia el proceso de aprendizaje a partir de palabras y frases completas con significado, mientras que los sistemas sintéticos (silábico, alfabético y fonológico) empiezan por las partes más pequeñas y sin significado (sílabas, letras o sonidos). Al tener un apoyo visual la comprensión de la lectura existe desde el primer momento.
Otra diferencia importante es la personalización que permite adaptarse a cada niño sin seguir un patrón preestablecido. Ser parte de la motivación e intereses del niño o niña. Es un método activo, variado, lúdico y orientado hacia el éxito. Otra ventaja de este método es que ayuda al niño o niña a ampliar su vocabulario y a pronunciar mejor en su expresión oral espontánea.
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