“En México en general, durante los últimos treinta años, el crecimiento económico ha sido relativamente poco, pero estable, pero la desigualdad ha sido un factor que se vive en todo su territorio”, así lo comenta Toño, una realidad que debe corregirse. Aquí es donde el Desarrollo Inclusivo juega un papel fundamental.
Siempre se ha dicho que el objetivo de toda empresa es generar la mayor cantidad de utilidades, teniendo el mínimo necesario de gastos, pero ¿para qué son estas utilidades? Es la pregunta que alza después de que a cualquier empresa le empieza a ir bien.
Según World Population Review, los trabajadores en México son de los que más trabajan en el mundo, alcanzando las 2 mil 148 horas al año, y la remuneración que se les da muchas veces es injusta, siendo que según datos de Statista, en 2022 se obtuvo un salario anual de 16 mil 685 dólares, que representa una baja del cinco por ciento del año anterior, pero también como el más bajo analizado por esta institución. Estos salarios se muestran incapaces de cubrir los mínimos necesarios para vivir bien como casa, comida y sustento, pero tampoco se tiene justicia, seguridad y salud en muchos casos.
Anteriormente las empresas y el gobierno tenían la visión de derrame económico, en la que si a la empresa le iba bien, también a sus trabajadores, pero Toño menciona que “se ha vivido que no es necesariamente el caso”. El desarrollo inclusivo busca que esta promesa se vea cumplida, que si a la empresa le va bien, entonces también a sus empleados, pero también a sus clientes, e incluso a la comunidad en general, siendo estos los denominados grupos de interés.
La propuesta del Desarrollo Inclusivo que se viene trabajando desde Coparmex, según lo que explica Toño, es que “tanto el estado como los empresarios hagan lo posible para que la equidad se viva en estos grupos, para que todos puedan tener el mínimo necesario para vivir una vida digna”, ya que el desarrollo inclusivo considera que toda persona tiene el derecho a una vida digna.
México es un país en donde la riqueza está, pero falta que se distribuya justamente, y por eso hay que hacer los esfuerzos para que desde las empresas, como desde el estado, los grupos de interés sean beneficiados, la equidad exista y nuestro país viva más justicia económica y social. Esto significa que México necesita de una coordinación transversal en varios puntos, políticas públicas y acuerdos para que se alcancen los objetivos que se buscan.
Otro de los objetivos que menciona Toño Sánchez “es lograr que la movilidad social pueda regresar para que los mexicanos mejoren su calidad de vida, cubran sus necesidades y a todos nos vaya mejor”.
El Desarrollo Inclusivo es una propuesta muy positiva, propositiva y que requiere mucho esfuerzo que debe empezar hoy, pero este esfuerzo como país, y sociedad, debemos mantenerlo, es un trabajo que crece en la unidad, y que solo con base en la colaboración podemos sacar adelante por el bien de todo México.
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