La mayoría de las mujeres que trabajan lo hacen en condiciones de precariedad, pues siete de cada 10 no tienen ingresos suficientes y seis de cada 10 carecen de seguridad social: Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
La pandemia de COVID-19 visibilizó la necesidad de que en México exista un sistema integral de cuidados que permita a las mujeres contar con mejores oportunidades de desarrollo, tener garantizado un trabajo digno, contar con una cobertura universal de salud y ampliar las oportunidades para que el sector femenino del país pueda alcanzar su autonomía.
A pesar de que en noviembre de 2020 la Cámara de Diputados aprobó reformas constitucionales en materia de Sistema Nacional de Cuidados y la remitió para su estudio y discusión al Senado de la República, este órgano legislativo aún no la ha contemplado, por lo que la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza urgió a que la saquen de la congeladora.
De acuerdo a la asociación civil, México está en posibilidad de ampliar las oportunidades de desarrollo de las mujeres y aprovechar el potencial económico de su incorporación a la vida productiva con impacto en más crecimiento económico, mayor recaudación fiscal, ampliación del mercado interno, y, sobre todo, mayor bienestar, menor pobreza y más justicia de género.
Señaló que según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor económico de las horas de trabajo no remunerado que los miembros del hogar destinan a las labores domésticas y de cuidados, es de 6.4 billones de pesos, equivalente a 27 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Frente a estos datos, la organización civil advierte que “invertir en un sistema de cuidados que mejore la calidad de la atención que reciben niños, personas enfermas, personas con discapacidad, adultos mayores, conviene a todos porque permite el acceso al trabajo, la inclusión económica y el derecho al tiempo libre para millones de mujeres, que hoy están excluidas”, toda vez que son precisamente ellas quienes tienen que hacerse cargo de estas tareas.
Entre los datos recopilados por el organismo de la sociedad civil, a través del Observatorio de Trabajo Digno de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza se destaca que en México cuatro de cada 10 mujeres tienen acceso al trabajo remunerado. En cambio, hay 14.5 millones de mujeres que no pueden ni siquiera salir a buscar trabajo porque están ocupadas en labores de cuidados.
Además, la mayoría de las mujeres que sí trabajan lo hacen en condiciones de precariedad, que genera nuevas barreras a su autonomía: siete de cada 10 no tienen ingresos suficientes; seis de cada 10 no tienen seguridad social y la mitad de ellas están empleadas sin contrato laboral. Las mujeres que tienen trabajo remunerado en la economía mantienen la obligación de una doble jornada, pues dedican 39 horas más a trabajos domésticos y servicios de cuidado.
Asimismo, se destaca que en el mercado laboral seis de cada 100 mujeres tienen un ingreso superior a los 15 mil pesos mensuales mientras que 25 millones de ellas no tienen ingreso propio.
Ante la situación por la que atraviesan miles de mujeres en el país, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza ha propuesto el sistema de cuidados como un elemento de la fórmula México Sin Pobreza que sugiere reducir la pobreza y la desigualdad a partir de garantizar condiciones de trabajo digno para todas y todos y de la cobertura universal de salud bajo el modelo de atención primaria.
Te puede interesar: Bajo ingreso laboral y falta de seguridad social, principales causas de la pobreza