Aunque se supone que la reapertura en Ciudad de México ha sido paulatina, durante los últimos días el flujo de personas en las calles ha aumentado significativamente.
De acuerdo con Mike Ryan, director ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud para emergencias sanitarias, la reapertura de ciudades o localidades sin tener datos claros respecto a los contagios, podría “llevar a situaciones que nadie quiere” y tener consecuencias negativas para la salud pública.
Mike Ryan aseguró que la situación de México puede ser peligrosa pues, aunque en los últimos días se han registrado incrementos de aproximadamente 5 mil casos de COVID-19 por día, la reapertura de la capital del país, así como de otras entidades, continúa.
Según datos oficiales, México se ha convertido en el quinto país en todo el mundo en registrar mayor número de personas fallecidas a causa del COVID-19, superando a España, contabilizando 33 mil 526 decesos hasta el 9 de julio. Entre los países con mayor número de muertes por COVID-19, también están Estados Unidos y Brasil.
“Reabrir en momentos de intensa transmisión comunitaria lleva a difíciles situaciones que pueden afectar a todo un país”, comentó Mike Ryan respecto a México y explicó que entiende las afectaciones económicas que el confinamiento causa en diversos países; sin embargo, es importante que los gobiernos traten de encontrar un equilibrio entre resguardar a la población para protegerla del virus y la apertura de negocios y lugares públicos.
Aunque se supone que la reapertura en Ciudad de México ha sido paulatina, durante los últimos días el flujo de personas en las calles ha aumentado significativamente y en sitios como el transporte público o el Centro Histórico se han captado a personas que no respetan las medidas sanitarias establecidas por el gobierno del país y por instituciones como la OMS.
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Al respecto de los contagios y la solidaridad colectiva, Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), llamó a la ciudadanía para que pueda unirse y luchar contra el COVID-19, dejando de lado las diferencias sociales.
“La gran amenaza que enfrentamos ahora no es el virus en sí mismo, la amenaza es la falta de liderazgo y solidaridad”, afirmó Tedros Adhanom y subrayó que las divisiones en el mundo hacen que el virus se propague y la situación permanezca sin control.
Finalmente, el director general de la OMS comentó que, aunque se hayan perdido amigos, familiares, compañeros de trabajo o conocidos por el virus y obligue a las personas a estar separadas, la unidad debe prevalecer y no dejar espacio para las divisiones.
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