Los expertos recomendaron el reforzamiento del sistema inmunológico, ya que al mantenerlo sano este debe ser capaz de proteger al cuerpo de cualquier infección.
Para los médicos todavía sigue siendo muy complicado diferenciar los síntomas de COVID-19 con los del catarro común o influenza, por lo que las autoridades de la Secretaría de Salud de México deben capacitar al doctor de primer contacto para evitar una demora en el diagnóstico, un retraso en el tratamiento o aplicación de fármacos, señaló el doctor Gerardo López, titular de la Academia Mexicana de Pediatría.
“Los médicos de consultorio o de primer contacto deben diferenciar entre catarro, influenza, una alergia o una enfermedad por COVID-19, ya que es una obligación del médico y si no lo sabe, debe capacitarse y no demorar la atención del paciente, pues generara complicaciones y un gasto en la economía de las familias”, afirmó el Alergólogo e Infectólogo Pediatra en conferencia de prensa virtual.
Explicó que, si bien, la gripa común, la influenza y el COVID-19 comparten algunos síntomas, hay ciertos datos clínicos que pueden diferenciarlos. “Por ejemplo, el periodo de incubación, el dolor corporal, pérdida de olfato y alteración del gusto, además que pueden asociarse mareos, náusea, diarrea y progresión en algunos casos a la dificultad respiratoria con falta de oxigenación adecuada del organismo”, explicó el alergólogo.
Gerardo López reiteró que la sociedad médica y las autoridades de salud impulsen la capacitación de los galenos para lograr una identificación más precisa, no exagerar en el tratamiento y evitar repercutir en la economía de la población.
Por su parte, el doctor David Mendoza, alergólogo e inmunólogo clínico, certificado por la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, señaló que una de las mejores herramientas preventivas y en fase aguda, ante estas enfermedades, siempre será el reforzamiento del sistema inmunológico a través del uso de inmunoestimulantes, ya que al mantenerlo sano este debe ser capaz de proteger al cuerpo de cualquier infección.
Resaltó que la vacunación es considerada la primera opción y aunque se ha podido observar que la vacuna contra SARS-CoV-2 ha representado algunas reacciones alergénicas, el beneficio de la protección de la vacuna es mayor al riesgo de presentar una reacción alérgica tratable en 1 de 100 mil o mil personas vacunadas.
“Las vacunas ponen en marcha las defensas naturales del organismo y de ese modo reducen el riesgo de contraer enfermedades, son tan eficaces porque antes de tratar una enfermedad cuando esta aparece, pueden evitar que nos enfermemos”, puntualizó el doctor Mendoza.
Finalmente, los expertos recomendaron a la población continuar con los cuidados de distanciamiento social e higiene básicos, pero también el uso de inmunoestimulantes que tienen una acción preventiva y cuentan con una resolución más rápida de los cuadros infecciosos.
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