Con la llegada masiva de migrantes a la Ciudad de México, la ayuda que ofrece la Iglesia Católica a través de diversos albergues está siendo insostenible, razón por la cual urgió al gobierno a atender esta crisis humanitaria, al tiempo que pidió a los feligreses y a la sociedad civil su solidaridad para continuar ayudando a estas personas.
A fin de buscar soluciones a esta problemática, la Arquidiócesis Primada de México exhortó a las autoridades a agilizar los procesos legales para la estabilidad de las personas migrantes; otorgar visados humanitarios para que puedan transitar libremente hacia su destino, además de crear un mecanismo para valorar el derecho de asilo humanitario antes de proceder a la deportación de las personas.
Reconoció que el fenómeno migratorio no es nuevo; sin embargo, hizo notar que en los últimos años se ha incrementado el flujo de personas venidas de otras latitudes, principalmente de países de Centroamérica, y algunos más de Sudamérica, de tal manera que ha generado una verdadera crisis humanitaria a la que la Iglesia no ha sido indiferente, por lo que recibió a estas personas en sus distintas casas de migrantes atendidas por religiosas, religiosos y sacerdotes diocesanos, en las que se brindan servicios de alimentación, atención médica, primeros auxilios psicológicos, asesoría legal, entre otros.
A pesar de los esfuerzos para mantener a flote esta ayuda, sus albergues como Casa Tochán, Casa Mambré, CAFEMIN, Casa de Cáritas, Parroquia de la Santa Cruz y Soledad y Casa Arcángel Rafael están sobrepasadas, aseguró la Iglesia.
Ante la saturación en sus albergues y la llegada de más migrantes, la Arquidiócesis Primada de México pidió a la población capitalina ser sensibles y pacientes con los migrantes, además de tener en cuenta los riesgos que corren por transitar en calidad de ilegales.
A través de la Pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de México, a cargo del padre Juan Luis Carbajal, la Iglesia hizo un llamado a miembros comunidades parroquiales, agentes de pastoral y fieles que tengan las posibilidades, apoyen con abrir más espacios de acogida.
También pidió a las personas de buena voluntad, sumarse al voluntariado que se realiza en dichas casas; o bien, brindar ayuda económica o en especie, de acuerdo a las necesidades de estos centros
Asimismo, la Arquidiócesis solicitó a la población en general a “ser sensibles y pacientes con quienes transitan por nuestro territorio rumbo al vecino país del norte”, y considerar los enormes riesgos que corren al transitar sin documentos.
En este sentido, resaltó que los principales motivos por los que las personas se ven obligadas a salir de sus lugares de origen son los conflictos generados por la inestabilidad política que termina en persecuciones a defensores de derechos humanos, las difíciles condiciones de vida, los altos niveles de violencia y la búsqueda de un mejor futuro para sus familias.
La Arquidiócesis Primada de México reconoció la labor de sacerdotes, religiosas, religiosos y voluntariado que se han mantenido fieles al llamado de Jesucristo: “Sabemos que a pesar de su agotamiento se dejan impulsar por la fuerza del Espíritu Santo para seguir adelante. Agradecemos además el trabajo a la gran red que se ha construido junto a miembros de otras iglesias, organizaciones de la sociedad civil y de cooperación internacional para enfrentar este gran desafío”, indicó.
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