La música da cuenta de la historia de una región, la vida cotidiana de las personas y en sí su cultura, lo que muestra nuestras raíces, por lo que su redescubrimiento es importante.
Lucero Enríquez Rubio, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que gracias al proyecto El pasado que suena y resuena, del Seminario de Música de la Nueva España y el México Independiente (Musicat) que la Máxima Casa de Estudios lleva a cabo con el apoyo de la Fundación Cultural Grammy Latin, fue posiblerecuperar y grabar 22 piezas de diferentes géneros y épocas -la más antigua data del año 1660- de diversos lugares en el territorio nacional.
Lucero Enríquez comentó que mucho de la historia musical del país se encuentra en documentos resguardados en archivos históricos desconocidos para la mayoría de las personas, algunos en catedrales, se hallan obras inéditas que forman parte del patrimonio musical de México, que se suman a otras de tradición oral, varias de las cuales se encuentran al borde de la extinción.
El material que ha sido recolectado, gracias a la investigación, fue grabado para darlo a conocer públicamente y está disponible en un micrositio (http://www.musicat.unam.mx/), el cual contiene una sonoteca que incluye las pistas originales de los géneros: alabado, canción cardenche, credo, cuadrillas, oficio de difuntos, salmo y vals.
Asimismo, indicó que también se elaboró un video que lleva el título de El pasado que suena y resuena, en el que se muestra el rescate de tres géneros: credo, alabado y vals. El primero, se explica, es una declaración de fe; se reza o se canta por los fieles, el sacerdote o los cantores, y no puede faltar en misa y otros actos del culto católico.
Con la producción del video, que para el espectador es un viaje musical, geográfico e histórico, “queremos que el público se emocione y entienda que esto forma parte del patrimonio cultural de México y que hay que cuidarlo, difundirlo y conservarlo”, expresó la experta.
El tráiler (https://youtu.be/mJUmiOy3OZY?si=mKxu9ZPiUmo7F9tR) está disponible en la página del Seminario, y ahí mismo se podrá apreciar el video completo después de su estreno en el Centro Cultural Universitario, a finales de enero próximo.
De generación en generación
En Santa María Ostula, en la Costa-sierra de Michoacán, los cantores de la comunidad son quienes conducen los actos devocionales con sus cantos litúrgicos y rezos en latín, como hace siglos se hacía en el entorno de las catedrales. Se trata de una tradición oral transmitida por generaciones; sin embargo, ese saber está en peligro de desaparecer, a menos que los jóvenes hagan suyo ese patrimonio musical, explicó la investigadora.
Reveló que los alabados surgieron dedicados al Santísimo Sacramento y a la Inmaculada Concepción; constituyen un género devocional importante, difundido en el sur de lo que hoy es Estados Unidos y por América Latina.
Algunos más a la pasión y muerte de Cristo, razón por la cual se entonan en Semana Santa y también en velorios. Actualmente los ejecutan los cardencheros (intérpretes a capela del llamado canto cardenche) de Sapioriz, Durango, en ocasiones como la procesión del silencio o en sepelios.
Lucero Enríquez indicó que en el archivo de la Catedral de Michoacán hay documentos de ese género que en el pasado se interpretaba dentro de recintos religiosos y fuera de ellos, como en procesiones, por ejemplo de Corpus Christi.
Mencionó que para el proyecto del IIE, se entonó, por primera vez en siglos, el alabado del compositor italiano del siglo XVIII, Santiago Billoni, a cargo de un coro que se formó únicamente para la investigación, así como la única obra en español de Francisco López Capillas (1608-1674), cuya partitura está dañada y tuvo que ser transcrita.
Enríquez Rubio dijo que en el material audiovisual además se aborda el vals, del cual se resguarda más de un centenar de partituras en el archivo de música de la Catedral de México, casi todas para piano solo, y algunas para orquesta; los investigadores encontraron también dos para guitarra.
Ese género tuvo gran difusión en México, donde ha sido apropiado de diferentes formas: en Teotitlán del Valle, Oaxaca, por ejemplo, es parte de la Danza de la Pluma, de gran valor ritual, y es interpretado por las bandas de aliento en diferentes regiones del estado, abundó.
La grabación se hizo con una metodología transdisciplinar, en la que participaron músicos, escritores, cineastas, videoastas, historiadores, archivistas y fotógrafos, como ocurre en Musicat. “Nos importaba probar cómo la música del pasado pudo tener reverberación y seguirse escuchando en la actualidad”.
Lucero Enríquez señaló que se tiene planeado grabar en total 10 volúmenes y estimó que en dos años más se concluirá con dicha meta, a los cuales se sumarán los correspondientes a las misas; música vocal; canciones devocionales y ópera; música instrumental; incluso un colofón.
Te puede interesar: Grooming, el engaño por el que menores son atraídos por pederastas
Facebook: Yo Influyo