Desde 2018 han desaparecido los apoyos relacionados con desastres naturales, la comercialización y hasta lo referente a Agroasemex.
La Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) señaló que los éxitos que pregona el presidente Andrés Manuel López Obrador en sus tres años de gobierno como la superación de la dependencia alimentaria en productos alimentarios básicos y así como la consolidación del campo como un lugar del bienestar para millones de mexicanos es mentira, pues tan sólo en el primer semestre de este año las importaciones de granos y oleaginosas alcanzan un récord con un aumento del 14.3 por ciento.
En tanto que las importaciones de fertilizantes crecieron en más del 60% y se perdieron esquemas de apoyo enfocados a rubros prioritarios como: comercialización, aseguramiento y desastres naturales.
Álvaro López Ríos, secretario general de la UNTA, criticó que el Ejecutivo se ufane del récord histórico en remesas que envían los migrantes mexicanos que laboran en Estados Unidos cuando estos salieron de México en busca de trabajo y ya no regresaron al país al grado de que existen tres generaciones de mexicanos en la Unión Americana.
Al hacer un análisis del Tercer Informe de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el líder campesino hizo ver que el pequeño productor quedó prácticamente en la insolvencia para invertir en la producción de alimentos para la población como son maíz, trigo, frijol, cebada y malta.
Precisó que desde 2018 han desaparecido los apoyos relacionados con desastres naturales, la comercialización y hasta lo referente a Agroasemex, mientras que México eleva su dependencia de importaciones de fertilizantes en más del 60 por ciento.
Esta situación no la mencionó López Obrador ni tampoco que el pequeño agricultor tuvo un aumento de entre 30 y 50 por ciento en los costos de insumos como son semillas, fertilizantes, herbicidas y, sobre todo, el hecho de que se ha eliminado el uso de glifosato para la agricultura, señaló el líder de la UNTA.
Ante tales circunstancias, Álvaro López señaló que desde que López Obrador tomó posesión como jefe del Ejecutivo Federal, el sector agroalimentario mexicano ha ido perdiendo esquemas de apoyo enfocados en rubros prioritarios como la comercialización, aseguramiento y desastres naturales, que se han mantenido sin fondos en los últimos tres años cuando había estado operando sin interrupciones desde 2010.
Este caso es similar al de Apoyo a la Comercialización, cuyo presupuesto pasó a desaparecer a partir de 2019, siendo el año anterior el último periodo que contó con un recurso de 9 mil 748.7 millones de pesos.
Para revertir el abandono del campo, de acuerdo con las prestaciones del Gobierno Federal, es necesaria una visión de largo plazo multidimensional que impulse su desempeño y que asegure un ingreso para que los productores puedan proteger su permanencia en el sector.
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