“Un número muy grande de agentes de pastoral católicos han estado acompañando y asistiendo a las caravanas de migrantes en sus albergues, en su travesía hacia los Estados Unidos, huyendo de la pobreza y la violencia que encuentran en sus países de origen”, señaló el Episcopado Mexicano.
Como un apoyo para la comunidad migrante que se encuentra detenida en México en su camino hacia Estados Unidos, el papa Francisco destinó a la Iglesia Católica en México un donativo de medio millón de dólares para que continúe asistiendo a dicho sector.
Este apoyo se realizó mediante el Óbolo de San Pedro, a través del cual se financian obras de caridad de El Vaticano en todo el mundo.
De acuerdo con información de la sala de prensa del Vaticano, el papa Francisco ha estado muy atento a la problemática que envuelve a la migración, y como parte de las ayuda para apoyar a esta comunidad es que estos 500 000 dólares en donativo serán distribuidos en 26 proyectos de 16 diócesis y congregaciones religiosas en México, el cual es resultado de la ayuda solicitada por el Episcopado Mexicano para “seguir dando alojamiento, comida y artículos de primera necesidad” a los inmigrantes.
El comunicado de prensa del Vaticano señala que “gracias a estos proyectos, a la caridad y a la solidaridad cristiana, los obispos mexicanos esperan poder seguir ayudando a los hermanos y hermanas que migran”.
De igual manera señalan que miles de hombres, mujeres y niños inmigrantes están llegando a México luego de un largo recorrido por países centroamericanos; huyen de la pobreza y la violencia en la búsqueda de un futuro mejor en los Estados Unidos, aunque la frontera de aquel país continúa “cerrada para ellos”.
Obispos de México agradecidos
Al respecto el Episcopado Mexicano agradeció al pontífice su respuesta tras la ayuda solicitada para atender la emergencia migrante con caridad cristiana.
Igualmente, a través de un comunicado a los medios de comunicación, señalan que “la grave crisis humanitaria continúa: son numerosas las caravanas centroamericanas que han entrado a nuestro país, a partir de octubre 2018. Tan sólo en el mes de febrero del 2019, sumaban ya más de 75 000 personas, y 100 mil en marzo, según reportan autoridades americanas, que han detenido a esa cantidad de personas en su frontera sur”.
En ese contexto señalan que la Iglesia Católica continúa realizando un intenso trabajo de acompañamiento a dicha población: “un número muy grande de agentes de pastoral católicos han estado acompañando y asistiendo a las caravanas de migrantes en sus albergues, en su travesía hacia los Estados Unidos, huyendo de la pobreza y la violencia que encuentran en sus países de origen”, precisaron.
Ante la crisis que se han presentado en México, principalmente en las zonas fronterizas, los migrantes son acogidos en albergues atendidos en gran mayoría, por agentes de pastoral de la Iglesia Católica, pero también por numerosos organismos de la sociedad civil, y de otras iglesias, ofreciéndoles, tanto como ha sido posible, ayuda humanitaria, moral y espiritual.
“Son las redes de albergues de las diferentes diócesis y congregaciones religiosas, y de organismos civiles, las que están especialmente atendiendo hoy en día a decenas de miles de migrantes, mientras las autoridades, en muchos lugares, no se dan abasto y se ven muy rebasadas en cuanto a la ayuda y trato digno que merecen las personas migrantes”, señalaron los obispos de México, al tiempo que expresan la necesidad de una mayor y mejor vinculación entre la fuerte estructura pastoral y nacional de la Iglesia Católica y el gobierno en todas sus instancias, “cosa que lamentablemente no se ha dado en la medida deseada y esperada ante una emergencia de esta naturaleza”, aseveran los obispos.
Finalmente el Episcopado hizo un llamado a las autoridades gubernamentales tanto de México como de Estados Unidos para acoger e integrar a los miles de migrantes que ya están en nuestro país. También exhortaron a los medios de comunicación para que realicen una cobertura objetiva del tema, y a la población en general a los medios de comunicación dar cobertura objetiva y justa ante las caravanas que siguen llegando, y a los hombres y mujeres de buena voluntad, que habitan nuestro amado país, a mirar con caridad y misericordia al hermano migrante que sufre, y a no cerrar el corazón y seguir apoyando.
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