“La propuesta de crear una Guardia Nacional bajo el mando directo de la Secretaría de la Defensa Nacional y de otorgar totalidad de los mandos operativos locales a miembros de las Fuerzas Armadas, va más allá de lo estipulado en la Ley de Seguridad Interior”.
Instituciones, organizaciones y personas de la sociedad recabaron firmas para hacer un llamado al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para fortalecer las instituciones de seguridad en México y detener la reforma constitucional que ha sido anunciada para la creación de la Guardia Nacional.
Se recabaron más de 500 firmas en las que se encontraban instituciones como Colectivo #SeguridadSinGuerra, ¿Y las mujeres qué?, Asociación de Policías y Sociedad Civil de México, Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos y México Evalúa.
Mediante un comunicado, dichas instituciones, organizaciones sociales, así como académicos y especialistas en el tema, indicaron que las promesas públicas de AMLO y su equipo “desecharon” las opiniones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y diversos organismos internacionales, y optaron por una “militarización como nunca ha conocido el país en su historia moderna”.
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Además indicaron que la creación de una Guardia Nacional se anunció al mismo momento que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) anunció que probablemente se invalide la Ley de Seguridad Interior.
“La propuesta de crear una Guardia Nacional bajo el mando directo de la Secretaría de la Defensa Nacional y de otorgar totalidad de los mandos operativos locales a miembros de las Fuerzas Armadas, va más allá de lo estipulado en dicha Ley”.
También calificaron esta decisión como “parte de una estigmatización injusta y sin sustento” ya que muchos cuerpos policiales del país operan en condiciones precarias, con salarios injustos y regímenes laborales “abusivos”.
Recalcaron que las insuficiencias que presenta la policía no son originadas por incapacidad o por corrupción intrínseca, si no por la “indolencia de actores políticos” que las han dejado en el abandono.
Finalmente, subrayaron que esta radical distribución de poder tendrá “consecuencias políticas profundas” al momento en que los militares se conviertan en actores políticos de primer orden, “trastocando eventualmente el pacto federal y absorbiendo atribuciones que hasta hoy le correspondían a las autoridades civiles”.