Investigadores “perdieron” 17 mil carteras que contenían distintos artículos, algunas tenían dinero y otras no. Adivina qué sucedió con las carteras en México…
Al ser parte de una sociedad somos parte de un tejido vivo que se alimenta de todos los que lo conformamos, por ello es necesario que existan valores éticos y cívicos, que permitan la sana convivencia colectiva y el crecimiento personal constante.
Estos valores se refuerzan con nuestras acciones diarias; sin embargo, en el hogar y en la escuela se dan las principales bases que permiten un desarrollo humano y adecuado de ellos.
Ética y civismo, fuera del plan educativo
A partir de 2002, durante el gobierno de Vicente Fox, en México desaparecieron las clases de Ética y Civismo de las escuelas. Esas materias fueron propuestas por el expresidente Luis Echeverría en los 70, e incluidas en las Ciencias Sociales de la reforma educativa de ese entonces.
¿Cómo ayudar a personas discapacitadas?, ¿cómo comportarnos en lugares públicos?, ¿qué hacer si encuentras objetos extraviados en la calle?, ¿cuál es nuestro papel como ciudadanos?, son cuestiones que la educación hizo a un lado y, de ese modo, dejó de enseñar a los futuros adultos cómo ser buenos ciudadanos, que formen parte de una sociedad que los necesita para crecer.
Ángeles Cedith Arredondo Fierro, licenciada en Pedagogía y maestra en Educación, afirmó que la desaparición de materias éticas y cívicas ha tenido una repercusión negativa, pues “los chicos de ahora no conocen realmente el significado de los valores y se han vuelto subjetivos; en muchas ocasiones entienden lo que les conviene”.
Arredondo Fierro comentó que algunos niños y jóvenes ni siquiera conocen mínimamente lo que es un valor, por eso no se les puede pedir que actúen apegados a ellos, además explicó que “hay padres que no tuvieron conocimientos sobre los principios éticos, lo que impide detectar en qué valores se esta educando a los niños de hoy”.
“Estamos en un momento en el que se da más importancia a lo económico, mientras que los valores, que son psicológicos y afectivos, se devalúan”, comentó la maestra respecto a que se da más importancia a ser el mejor o sobresalir en conocimientos, ignorando que a todos nos corresponde ser mejores personas.
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“Hay necesidad de formar individuos sensibles, empáticos, racionales y autónomos, para crear una convivencia sana y relaciones armónicas”, finalizó Cedith Arredondo, pues niños y adolescentes deben aprender que siempre hay maneras de resolver los conflictos por medio del diálogo basado en valores.
México, entre los países con menos valores
Investigadores de la revista Science Journal hicieron un experimento en el que valores como honestidad, bondad y respeto se pusieron a prueba. Ahora es posible saber en qué ciudades se carece de valores éticos, pues el estudio consistió en “perder” 17 mil carteras en las principales urbes del mundo y, aunque fue un proyecto muy costoso (medio millón de dólares), se logró identificar los sitios en donde los habitantes mostraron mejores valores.
Este experimento fue elaborado por un grupo de 13 investigadores, convocados para viajar alrededor del mundo. El experimento se efectuó en 355 ciudades de 40 países y las carteras se colocaron en establecimientos de todo tipo: teatros, cines, hoteles, plazas, y otros espacios públicos.
Las carteras eran similares a una cajita transparente, todas contenían una lista de supermercado, escrita en el idioma correspondiente al país, una llave y tarjetas de presentación con correo electrónico y número de celular para contactar al supuesto dueño; en algunas había dinero que sumaba el equivalente a 13.45 dólares en moneda de cada país, y en otras no. Sin embargo, tuvieran dinero, o no muchas carteras se perdieron.
Los cinco países que demostraron tener a los ciudadanos más honestos son Suiza, Noruega, Suecia, Dinamarca y los Países Bajos; mientras que las naciones en las que definitivamente no te devolverían tu cartera están China, Marruecos, Perú, Kazajistán, India y… México.
México fue el único país de los 40 que estuvieron en el experimento en el que se devolvieron más carteras vacías que con dinero; mientras que en otros países, aunque se regresaron pocas carteras, siempre fue mayor el número devuelto de las que contenían dinero.
El experimento arrojó que sólo 40% de las carteras con una menor cantidad de dinero fueron devueltas, mientras que 72% de las carteras que contenían la mayor cantidad de dinero se entregaron a su dueño.
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