El incremento de la violencia en diversas ciudades de México demuestra que la estrategia de “abrazos no balazos” emprendida por López Obrador ha sido un fracaso.
De las 10 ciudades más violentas en el mundo, seis son mexicanas, las cinco primeras y la séptima, de acuerdo con el Ranking 2019, elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (CCSPJP), además México destaca como el mejor ejemplo del fracaso de las políticas complacientes con los delincuentes.
El análisis afirma que los anteriores gobiernos al de Andrés Manuel López Obrador “fueron incompetentes en extremo para controlar la violencia”, pero al menos parecía que intentaban frenar esa situación. Sin embargo, la política del actual gobierno es mucho peor y el resultado es el de niveles de violencia sin precedentes. “El problema central es que este gobierno al tiempo que trata a los delincuentes como víctimas, es claramente hostil hacia las verdaderas víctimas”, resalta.
“Este gobierno se niega a aplicar la fuerza legal contra los criminales y en cambio les ofrece subsidios, como las ‘becas’ del programa Jóvenes Construyendo el Futuro que debieran, supuestamente, poner fin a los sicarios al convertirlos en becarios: Por supuesto los sicarios, aunque sean becarios, siguen siendo sicarios”.
Por si fuera poco, el gobierno de López ha ofrecido amnistías a delincuentes ya presos y ha empezado a otorgarlas”, destaca el documento elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
Por otra parte, el estudio indica que “México es el epicentro mundial de la violencia”, ya que por tercer año consecutivo una ciudad mexicana es la más violenta del mundo; por segundo año consecutivo ese lugar lo ocupa Tijuana.
De acuerdo con el Ranking 2019 las cinco ciudades más violentas del mundo, son mexicanas: Tijuana (área metropolitana), Juárez, Uruapan, Irapuato (área metropolitana) y Ciudad Obregón, además Acapulco ocupa el sitio número siete, sólo por debajo de Caracas, Venezuela.
Durante 12 años se han llevado a cabo ediciones anuales de este ranking, en la mitad de estas series, es decir en seis de ellas México destaca por albergar a la ciudad más violenta del orbe en los años 2008, 2009, 2010, 2017, 2018 y 2019.
Otro de los datos que destaca el estudio elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, es que del medio centenar de lugares con mayor violencia de este análisis, casi el 40 por ciento son mexicanas.
En el más reciente ranking Tepic y Coatzacoalcos salieron de la lista, sin embargo, se integraron Cuernavaca, Guadalajara, León, Morelia y Zacatecas.
Buenos ejemplos
En el análisis se mencionan logros en países que han implementado medidas más estrictas para contener la violencia, y destaca que en lugar de relajar las medidas contra los delincuentes, como en el caso de México, algunos gobiernos aplicaron con rigor la ley a los criminales lo que les ha reportado buenos resultados como en el caso de El Salvador, que gracias a ello la ciudad de San Salvador dejó el ranking en 2019 después de que desde 2008 aparecía en todos e inclusive en el de 2015 esta ciudad ocupó el tercer lugar.
“El nuevo gobierno se propuso y está logrando retomar el control territorial del Estado frente a las pandillas y endurecer las medidas contra los pandilleros presos, en lugar de negociar ‘treguas’ con ellos”, destaca el estudio.
Por otra parte, menciona que en 2019 salieron del ranking seis ciudades brasileñas, “se trata de un logro notable bajo el nuevo gobierno, el cual tampoco es complaciente con los criminales y les aplica la ley sin miramientos”, destaca el análisis.
Además, indica que en ciudades que a pesar de que algunas de las ciudades de este país permanecieron en el ranking, hubo notables reducciones en las tasas de homicidio como Fortaleza donde bajó la violencia 50.15 por ciento, en Natal 35.28 por ciento y en Maceió la disminución representó 33.83 por ciento menos de la violencia que se presentaba.
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Qué y para qué del ranking
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal explica que este ranking lo componen sólo 50 urbes, considerando únicamente aquellas de más de 300 mil habitantes con las tasas de homicidio más elevadas del mundo.
El organismo ciudadano asegura que la intención de este estudio es transparentar, tanto como sea posible, la forma en que se llega a los resultados expuestos.
Al referirse de manera particular a México, la asociación civil destaca que entre los problemas estadísticos que existen para conocer el comportamiento criminal es que la información del del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), que presenta datos desagregados por estado y municipio respecto a más de 60 tipos penales, incluidos los homicidios dolosos y modalidades de los delitos (intencionales y no intencionales; el tipo de arma utilizada en el caso de los homicidios; con o sin violencia, en el caso de robo, etcétera).
“El problema es que la información no se refiere en la mayoría de los casos a homicidios (esto es, al número de víctimas) sino a las carpetas de investigación que por ese delito se abren a partir de eventos criminales (en que puede haber más de una víctima)”.
El SNSP ha venido desarrollando en los últimos cinco años otro registro que únicamente considera a víctimas, pero su limitante es que su grado de desagregación es estatal y no municipal.
En tanto que refiere que los datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) son con base en su propio conteo de homicidio considerando el número de víctimas y con grado de desagregación hasta nivel municipal. Sus cifras son más confiables y suelen ser mayores a las del SNSP, incluso cuando éste cuenta víctimas. El problema de esta medición es el tiempo con el que se dan a conocer, toda vez que las cifras de 2019, las definitivas, se difundirán hasta finales de 2020.
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