En el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, se ha identificado que en México cerca del 20% de la población ha sido discriminada ya sea por su condición física, edad, pensamiento o religión.
Yalitza Aparicio ha hecho historia, pues se ha convertido en la primera mujer mexicana e indígena que ha tenido una nominación al Óscar en la categoría de mejor actriz gracias a la película Roma, sin embargo, su propio país se ha encargado de desprestigiar su logro.
La joven Yalitza Aparicio es una maestra de preescolar originaria de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, ubicada en Oaxaca, tiene raíces indígenas que están plasmadas tanto en su mentalidad y apego a su cultura, como en su físico, motivo por el cual Alfonso Cuarón la eligió para interpretar a Cleo en Roma.
Cleo es una joven indígena que llegó a la Ciudad de México para vivir y trabajar como servidora domestica con una familia mexicana de clase media-alta en la década de los años 70. Roma documenta lo que viven las empleadas domésticas, tanto las de ese entonces como las actuales, ya que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México cerca de 146 000 mujeres indígenas salen de sus pueblos para ir en busca de un empleo que les permita tener una vida aceptable y digna, enfrentándose a abusos y situaciones difíciles.
Alfonso Cuarón, director de Roma, explicó que esta película fue inspirada en la historia de Liboria Rodríguez, quien era la servidora doméstica y nana del cineasta en su infancia. Liboria proveniente de Tepelmeme, Villa de Morelos, en Oaxaca y es hablante de la lengua mixteca.
Desafortunadamente, aunque Yalitza Aparicio ha logrado sorprender a miles de personas alrededor del mundo con su actuación como Cleo, desde que se estrenó Roma el 30 de agosto de 2018, no ha dejado de recibir comentarios y criticas racistas, que menosprecian su condición física y están lejos de reconocer su trabajo en dicha película.
“La película ha abierto conversación. Una conversación acerca del racismo que existe en mi país y que lo hemos ignorado. Y no sólo ignorado, el mexicano ha vivido negándolo… ya que la realidad es que es profundamente racista y se ha abierto conversación alrededor de los pueblos indígenas, los pueblos originarios”, aseguró el cineasta Alfonso Cuarón a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Roma ha expuesto a un México racista y clasista, problema que se ha hecho presente en cualquier tipo de persona durante los últimos meses, desde ciudadanos comunes a personalidades destacadas y reconocidas del espectáculo. Como es el caso del actor Sergio Goyri, quien llamó “pinche india” a Yalitza, además de hacer una crítica negativa a su participación en el filme de Cuarón.
Frases como “aunque la mona se vista de seda, mona se queda” y “qué pena que una india represente a México” son parte de los cientos de ataques que se han hecho a la oaxaqueña y se han incrementado por su aparición en diversas portadas de revistas reconocidas mundialmente como Vogue, Vanity Fair, The Hollywood Reporter, ¡Hola!, Badhombre, etc.
Sin embargo, a pesar de todos los ataques dirigidos a Yalitza, tanto Alfonso Cuarón como ella se han convertido en las principales voces que buscan luchar contra el racismo y clasismo.
El verdadero rostro de cientos de mexicanos ha sido expuesto y se ha identificado que en México cerca del 20% de la población ha sido discriminada ya sea por su condición física, edad, pensamiento o religión. Mientras que el 55% de los habitantes ha aceptado que han insultado a otro mexicano por su color de piel según el INEGI.
México tiene una gran riqueza cultural, ya que alberga a cerca de 68 pueblos indígenas que hablan diferentes lenguas y tienen costumbres únicas, estos pueblos residen por todo el país, pero se concentran mayormente en la zona sur del país, en estados como Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz y Guerrero.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el INEGI han indicado que los cinco estados con mayor índice de discriminación por cuestiones físicas son: Puebla, en primer lugar, con en 28.4% de población discriminada; después Colima con un porcentaje del 25.6%; posteriormente, Guerrero con el 25% de sus ciudadanos afectados; Oaxaca ocupa el cuarto lugar con un 24.9% y, finalmente, Morelos con 24.4%.
Además dentro de las razones que hacen sentir a las personas discriminadas, el 61% piensa que los discriminan debido a que son adultos mayores; el 58.8% asegura que el motivo de discriminación es por ser mujeres; el 58.3% por padecer alguna discapacidad; el 41.7% por la orientación de su religión y el 40.3% por su origen y rasgos indígenas.
Estos datos exponen que las mujeres indígenas en algún momento de su vida se les discriminará por características físicas que ni siquiera eligieron.
Sin embargo, aunque a diario se les niegan derechos y se menosprecia a cientos de personas por su condición física o mental, México sigue afirmando ser un país que “no es racista” según la académica Eugenia Iturriaga, de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Iturriaga comentó que la prevalencia de tanto racismo en México se debe en buena parte a la publicidad y puso como ejemplo el cambio de imagen del cartón de un producto lácteo, ya que al cambiar a la familia rubia que aparecía y poner a una morena aunque el precio y ubicación fueran iguales a las demás leches los clientes pensaban que dicho producto era “para gente pobre”.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial los mexicanos tenemos un gran reto que consiste en minimizar y trabajar por erradicar el racismo y clasismo, que se hace mayormente a personas de tez morena, indígenas o de descendencia africana.
“Mi piel, muy mexicana, oaxaqueña y muy humana. Del color de mi tierra y la diversidad de sus colores”, así es como orgullosamente se describe Yalitza Aparicio y es el pensamiento que deberían de tener cientos de mexicanos al ver a otros y saber que la diversidad es lo que enriquece a un país.
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