“Con el aborto no se acaba el problema, más bien empieza, ya que la familia se quiebra”, afirmó la panelista Adriana Avendaño Muñoz en el Congreso 2019 La persona, la familia y la sociedad ante el dilema del aborto.
Se realizó el Congreso 2019 La persona, la familia y la sociedad ante el dilema del aborto, como parte del Encuentro latinoamericano y caribeño de acompañamiento pastoral posaborto que se realiza año con año y cuenta con la participación de cerca de 16 países.
El congreso tuvo panelistas internacionales, como Adriana Avendaño Muñoz de Chile; Eileen Kuhlmann de Estados Unidos y María del Carmen Alva López, quien es la presidenta del Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia A.C. (IRMA) de México, por mencionar algunos.
Durante la primera conferencia de este gran evento se tocó el tema: El aborto en el hombre y su efecto deshumanizante personal, familiar y social y fue expuesto por la licenciada Eileen Kuhlmann y Luis Salazar de Proyecto José, que busca ver el aborto bajo la perspectiva del hombre, además de “conocer y acompañar” el sufrimiento de este personaje tan importante dentro de un embarazo, ya que en la mayoría de los casos no se toma en cuenta lo que quiere o siente.
Posteriormente se realizó el panel El aborto como factor deshumanizante, personal y social, donde participó el doctor José Manuel Madrazo Cabo, el maestro Marco Antonio Gracia Triñaqui y Adriana Avendaño Muñoz, quienes moderados por María del Carmen Alva López, expusieron de qué manera ve la medicina, la sociedad y la familia el aborto.
Inicialmente Adriana Avendaño Muñoz contó su experiencia al ser una mujer que recurrió al aborto, poniendo en contexto a los asistentes del cómo se siente una mujer tras abortar y seguir con su vida. Avendaño aseguró que hay un “antes y después” en la vida de una mujer que aborta, refiriéndose a que ese sentimiento y el recuerdo de lo que sucedió siempre estará con las mujeres.
“Con el aborto no se acaba el problema, más bien empieza, ya que la familia se quiebra”, afirmó Adriana Avendaño.
A continuación el doctor José Manuel Madrazo, quien es presidente del Centro de Bioética y del Comité de Bioética del Hospital Ángeles Puebla, informó que hay poca información acerca de qué es lo que piensan los médicos mexicanos respecto al aborto y tomando como base estudios realizados en 1975, 2006 y 2009 realizó una pequeña encuesta con los estudiantes de medicina que arrojó que 6 de cada 10 estudiantes estaban en contra de esta práctica.
Además, Madrazo Cabo refirió el que cientos de médicos rompan el juramento que se efectúa una vez que se finaliza la carrera de medicina, juramento que afirma que en todo momento se defenderá la vida y se le dará prioridad.
Como cierre de este panel, el maestro Marco Antonio Gracia Triñaqui comentó que se está viviendo un momento “histórico donde la modernidad ha quedado desbancada por la posmodernidad ya que actualmente lo único que se percibe es un individualismo egocéntrico que orilla al hombre a perder todo sentido de trascendencia”.
Gracia Triñaqui recalcó que el aborto deja heridas en la mujer y destacó que los “profesionales en la salud” que llevan a cabo esta práctica no sólo están “prostituyendo la profesión” ya que va en contra del fin absoluto de la medicina.
“Los médicos se hacen médicos para salvar vidas; para cuidar vidas, no para matarlas”, concluyó Marco Antonio Gracia.
María del Carmen Alva, presidenta de IRMA, fue quien finalizó este congreso con la conferencia Trayectoria para ser artífices de un nuevo modo de mirar la vida del hombre, aseguró que el pensamiento de los años 80 de “pocos hijos para darles mucho” se encuentra fuertemente presente hoy en día, ya que las nuevas generaciones están eligiendo tener o muy pocos hijos o ninguno con este pensamiento.
Alva López indicó que cuando no hay un reconocimiento de lo que se perdió como ocurre con un aborto no hay como “afrontar un duelo” ya que no se está consciente de lo que pasó, de que “ya no va a volver, ya no está, ya murió”. Finalmente aseguró que un aborto inducido estará presente durante toda la vida de una mujer, habrá un “deterioro a nivel personal social” que no desaparecerá.
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