Los temas más relevantes abordados durante los diversos foros fueron los relacionados con la educación y cómo contribuir a partir de ese tema a generar mejores condiciones de equidad e igualdad, justicia, respeto a favor de las mujeres y niñas.
La Organización de las Naciones Unidas en Nueva York fue la sede de la 63 sesión de la Comisión de las Condiciones Jurídica y Social de la Mujer (CSW63), la mayor reunión de las Naciones Unidas para abordar el tema de la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres.
En ese contexto la Asociación Nacional Cívica Femenina (Ancifem), a través de la Escuela de Incidencia Política para Mujeres Líderes, tuvo la oportunidad de participar activamente en dicho encuentro.
Fueron seis jóvenes que representaron a la Ancifem, quienes platicaron para Yo Influyo.com su experiencia al participar en la CSW63 y sus reflexiones en torno al papel de las mujeres en la sociedad actual.
Para Yesenia Amairani Rivera Olvera, joven queretana de 20 años de edad, el poder participar en esta reunión internacional es una gran oportunidad para conocer mujeres de diferentes países: “Cada mente fue un mundo de ideas, estrategias, propuestas, con un solo fin, cambiar la condición actual y futura de las niñas y mujeres que se encuentran en un sector vulnerable o en un ambiente de inseguridad laboral, social, cultural, etc.”.
Señaló que como organismo de la sociedad civil tuvieron la oportunidad de presentar la declaración “Balance- Trabajo- Familia”, herramienta que busca terminar con la gran brecha de desigualdad de género, con la pirámide tóxica de clases sociales, además bajaría el índice de feminicidios en el país e impulsaría el empoderamiento de la mujer en los campos de la política y la economía.
Asimismo, fortalecería la convivencia familiar, la cual es la base de la sociedad. “Si la familia se fortalece es garantía de la protección a los menores que formen parte”, señaló Yesenia.
Por su parte, María Patricia Molina Durán mencionó que la mujer ha tenido un papel fundamental en la construcción del bien común en la familia y en la sociedad, por lo que al haber tenido oportunidad de platicar con mujeres de otros países reafirmó que “seguimos sumando esfuerzos por tener una mejor sociedad, porque se reconozcan y garanticen los derechos humanos para vivir sin violencia, discriminaciones y en condiciones adversas”.
Resaltó que diversos países son conscientes de la importancia del balance trabajo familia, como por ejemplo Uruguay, República Dominicana, Dinamarca y España quienes lo tienen en su agenda. Incluso algunos de ellos han implementado políticas públicas con este enfoque, teniendo como objetivo fomentar la corresponsabilidad, dar autonomía y empoderamiento a las mujeres.
Posteriormente, Oliveria Aguirre Gordillo señaló que de los temas más relevantes abordados durante los diversos foros fueron los relacionados con la educación y cómo contribuir a partir de ese tema a generar mejores condiciones de equidad e igualdad, justicia, respeto a favor de las mujeres y niñas.
Destacó también la importancia de fortalecer redes de alianzas internacionales, motivar a que otras organizaciones de la sociedad logren obtener su estatus consultivo con el fin de que puedan incidir.
Señaló que es importante establecer un observatorio en México para dar seguimiento a los tratados internacionales de la CEDAW. Además, consideró que México “está llamado a que de manera sustancial genere acciones concretas tangibles a establecer y ejecutar su plan de acción; las asociaciones civiles además de ser observantes de su cumplimento debemos de asumir un rol generador de acciones en ese seguimiento e incidir en los temas en gestión o agenda, asumir el reto de mantenerse independientes de los erarios públicos a fin de que seamos autosustentables y que la misión no se vea trastocada por el sistema”.
Aranzazú Verdad Medina externó la impresión de ver reunidas en un solo lugar a mujeres provenientes de todo tipo de países, culturas, religiones y formas de comprender el mundo: “Mujeres menores de veinte, y también mayores de 60, mujeres con hábito de monja católica, con vestimenta hindú, monjas budistas y mujeres con Hiyab. Altas, bajas, pelirrojas, morenas; mujeres provenientes de casi todos los países y de todos los continentes. Me parece importante traer esta imagen a su cabeza, pues esta diversidad de mujeres representa también la diversidad de intereses, problemáticas, puntos de vista y maneras de realizar activismo. Cada una luchando por su propia causa, y al mismo tiempo todas luchando por una misma: La mujer misma”.
Dijo que si bien a nivel mundial no sólo las mujeres viven problemáticas y sufren, también es cierto que “las mujeres alrededor del mundo son el 71% de víctimas de trata, a diario 137 mueren globalmente a manos de algún familiar o pareja sentimental, 650 millones de niñas son obligadas a casarse teniendo menos de 18 años, y otros 200 millones aún sufren de mutilación genital femenina, las mujeres somos más susceptibles a vivir algún tipo de violencia sexual que los hombres, a sufrir complicaciones en el trabajo al tener un hijo, entre muchas otras cosas que hacen fundamental hablar del tema y buscar posibles soluciones, sin por ello quitarle valor a las muchas otras causas justas que existen en el mundo”.
Por lo que ante la complejidad de la situación el objetivo del evento no es solucionar todos los problemas en ese preciso momento, “el objetivo era dialogar para encontrar posibles soluciones, compartir experiencias de éxito de otras partes del mundo, hacer alianzas con grupos que estuvieran trabajando temas parecidos a los nuestros, llenarnos de todas las herramientas y fuerza necesaria para que, regresando a nuestros países, demos una lucha que se vuelva cada vez más fuerte y eficaz”.
En su intervención, María Guadalupe Rodríguez García señaló que como representante de Ancifem pudo participar en tres grandes ámbitos de acción: “El primer ámbito son las reuniones oficiales en las que los países discuten sus posturas y generan conclusiones finales, en estos ámbitos no es posible tener siempre acceso, o si se llega a tener en como un oyente.
”El segundo ámbito es en los Side events, los cuales son paneles y foros organizados por los representantes de los países de la ONU, ésta es la oportunidad más importante de incidir, cabildear y conocer las posturas más a fondo además de que nos permite identificar actores que podrían ser afines a nuestra causa.
”El tercer ámbito son los eventos paralelos, éstos son eventos que se organizan fuera de las instalaciones por organizaciones de la sociedad civil (se puede decir que en esta parte las organizaciones con estatus consultativo pueden proponer eventos de una manera un poco más libre)”.
Al respecto, resaltó la labor de la sociedad civil no sólo como grupos reactivos de oposición ante diversos tópicos que veladamente atentan contra la mujer, sino como grupos de atención a causas justas con una agenda definida en favor de muchas causas de apoyo a las mujeres en situación de vulnerabilidad en sus trabajos y vidas.
En ese sentido, mencionó que con Ancifem, “en esta comisión, promovimos en nuestra declaración que los países desarrollen políticas públicas que incentiven a las empresas a generar ambientes y condiciones laborales que permita a las personas atender y balancear su vida familiar con el trabajo. Hicimos mucho el llamado a no estigmatizar la maternidad”.
Finalizó señalando que no es lo mismo acudir como oyente reflexivo que como voz de causas justas. “En algunas ocasiones pude alzar la voz y más que confrontar el discurso predominante, cuestionar sobre los límites e implicaciones de estos discursos. Aún existen batallas que luchar en favor de las mujeres, sin embargo. el adoptar causas reales no nos debería comprometer a adoptar y aceptar todos los planteamientos”.
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