Ante el alza de homicidios en el país la respuesta del gobierno no ha sido clara ni imaginativa, aseguró Guillermo Valdés, socio de Grupo de Economistas Asociados, GEA, al presentar los resultados del estudio “México: Política, Sociedad y Gobierno”, correspondiente al cuarto trimestre de 2017, elaborado por GEA-ISA.
De acuerdo al análisis presentado, octubre de 2017 se convirtió en el mes más violento del que se tenga registro al sumarse 90 homicidios dolosos en promedio cada día, una cifra mayor aún al peor mes en ese sentido del sexenio pasado que promedió 84 al día. Con la tendencia actual de asesinatos dolosos se llegará a 30 mil homicidios al final del presente año. Con dicha tendencia se alcanzaría el promedio de 24 homicidios por cada 100 mil habitantes, el mismo que en 2011.
Valdés destacó en la gravedad de la violencia desde 2011, año en el que se alcanzó el promedio máximo antes señalado, la tendencia iba a la baja pero en 2015 se estacionó y en solo dos años repuntó la cifra hasta que en este año se estaría igualando ese mismo promedio máximo. Si hubiera seguido la tasa descendente, acotó, actualmente estaríamos en niveles del año 2008, de unos 13 homicidios por cada 100 mil habitantes. No obstante la tendencia al alza de los homicidios, la respuesta del gobierno, señaló Guillermo Valdés, no ha sido clara ni imaginativa, ya que durante tres años consecutivos la tendencia a la baja se revirtió sin haber hecho gran cosa al respecto.
Destacó que se abandonó una estrategia sobre los 50 municipios con más homicidios, así como que se redujeron los recursos para construir más policía local, y subrayó que se han perdido 7 años para poder sacar adelante el tema del mando mixto policial.
Aprobación presidencial
Otro de los rubros del estudio es analizar el nivel de aprobación de la población al Presidente, que en este caso subió 7 puntos durante el último trimestre, ya que pasó de 16 por ciento a 23, y aunque bajó el porcentaje de gente que desaprueba su función, 78 a 73 por ciento, aún se mantiene en un “sólido 70 por ciento” de desaprobación. Además, mejoró en cierta medida el ánimo de la población respecto del gobierno.
Por otro lado, Valdés señaló que el Presidente mostró gran control al interior del gobierno así como del Partido Revolucionario Institucional, PRI, lo que se concretó en el “destape” de José Antonio Meade, quien no es miembro de dicho partido; la disciplina interna “fue total” y el mensaje enviado fue el de “un Presidente fuerte”.
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