Las mujeres además de trabajar se convirtieron en profesoras y cuidadoras de sus propios hijos, en cocineras, en supervisoras de niños y adultos mayores, en administradoras y participantes activas de otras tareas del hogar.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, Red Familia indicó que las mujeres se convirtieron en el sostén de sus familias durante la pandemia de COVID-19 que golpea al mundo desde 2020. Entre los mayores retos que ha presentado el confinamiento está el que las familias puedan pagar gastos básicos como luz, agua, comida, renta, educación y el pago de servicios de internet y materiales de cómputo para que se pueda trabajar y tomar clases desde casa.
Desde 2020, hasta lo que va de 2021, muchas mujeres se han visto obligadas a trabajar y ayudar en el sustento de la familia, pues sus esposos perdieron sus empleos por la crisis; a parte de trabajar y aunque muchas familias han cambiado de roles, las mujeres siguen siendo las encargadas principales de las labores del hogar, tales como encargarse del aseo, alimentar a los hijos y cuidarlos.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) arrojan que con el brote de COVID-19, cerca de 1.3 millones de mujeres perdieron su empleo en México, razón por la que optaron por autoemplearse e iniciar su negocio de ventas en línea, ofreciendo ropa, maquillaje, artículos de segunda mano, entre muchas otras cosas. Mientras que datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2020 (ENOE) indican que las mujeres dedican el 64 por ciento de su tiempo a las labores domésticas, mientras que los hombres sólo ocupan el 24 por ciento.
“Hubo también mayores responsabilidades en casa, con la familia y en la carga laboral, lo cual ha generado aumento en los niveles de estrés, ansiedad y depresión”, aseguró Red Familia y destacó que las mujeres además de trabajar, se convirtieron en profesoras y cuidadoras de sus propios hijos, en cocineras, en supervisoras de niños y adultos mayores, en administradoras y participantes activas de otras tareas del hogar.
“En Red Familia, reconocemos a todas las mujeres que no se han dado por vencidas y que han jugado un papel fundamental durante el confinamiento”, destacó la institución y subrayó que, aunque la economía se ha ido recuperando poco a poco, las mujeres viven condiciones desventajosas. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la vida económica y productiva de las mujeres se verá afectada de manera desproporcionada en comparación con los hombres, debido a que las mujeres ganan menos, ahorran menos, tienen empleos más inseguros y hay mayor posibilidad de que trabajen en el empleo informal.
Finalmente, Red Familia, indicó que es momento de implementar medidas y estrategias que permitan reducir las brechas de género, proteger los derechos laborales de las mujeres e incentivar la incursión de ellas en los empleos formales.
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