En México, actualmente más del 17 por ciento de las personas tiene altos niveles de plomo en la sangre y más de 20 por ciento de los padecimientos cardiovasculares son generados por este elemento que de manera involuntaria e inconsciente puede adquirirse por cocinar en trastes de barro.
Estudios demuestran que niveles de plomo en sangre de más de cinco microgramos por decilitro están relacionados con una pérdida de coeficiente intelectual de más de cinco puntos, desórdenes de la conducta, envejecimiento prematuro del cerebro, anemia, daño renal, enfermedades cardiovasculares y daño a mujeres embarazadas y niños en desarrollo.
Una importante fuente de exposición al plomo en México proviene de los famosos trastes de barro como ollas, jarritos, platos, tazones de alfarería vidriada en la que millones de personas cocinan y consumen diariamente sus alimentos, por lo que sin proponérselo ponen en riesgo su salud.
Ante el conocimiento de la magnitud del problema, se han emprendido esfuerzos para buscar soluciones integrales y eficaces para evitar el riesgo que representan para la salud comer en estos utensilios de cocina, así lo señaló Agustín Gama, director de la oficina para México de Pure Earth, por lo que junto con centros educativos como la Universidad Iberoamericana de Puebla han echado a andar el Centro de Recursos Especializados para Alfareros (CREA).
Gama explicó que la intención es apoyar a las personas de las comunidades que viven de esta actividad para que aprendan a elaborar sus productos libres de tóxicos, para ello les ofrecen capacitación enseñándoles a elaborar recubrimientos de barro que no contiene plomo.
De la misma forma, apoyan a los alfareros abriéndoles espacios para comercializar sus productos de manera justa y así les sea mejor remunerado su trabajo, porque además de arte garantizan a que sus trastes de barro no contienen plomo.
Tarea titánica
En 20 estados de la República Mexicana hay alrededor de 10 mil pequeñas y medianas industrias que fabrican cerámica mexicana que son parte de la cultura culinaria mexicana que además de estar muy arraigada en el país, traspasa sus fronteras. Convertir los trastes de barro para que no contengan plomo requiere un esfuerzo concertado de muchos sectores, lo que la convierte en una ardua labor.
Alrededor de 50 mil familias dependen de fabricar estos trastes artesanales, es por ello que para no menoscabar ni la economía de las familias, ni trastocar el ámbito cultural, Pure Earth México se ha dado a la tarea de apoyar técnicamente a los artesanos y ayudarlos a abrir mercados para que comercialicen sus productos, así como a hacer conciencia entre la población de la importancia de consumir en trastes libres de plomo.
Cabe destacar que únicamente el uno por ciento de toda la cerámica en México es la que no contiene plomo y por lo tanto ponen en riesgo la salud de quienes consumen alimentos cocinados o servidos en trastes de barro, por ello es tan importante que las artesanías de barro tengan una técnica diferente de elaboración y que sea conocido por quienes viven de esta actividad.
Agustín Gama indicó que Pure Earth es una organización internacional, sin fines de lucro, dedicada a encontrar soluciones sustentables a problemas prioritarios de contaminantes que ponen en riesgo la vida y desarrollo de comunidades en todo el mundo.
Esta organización trabaja en conjunto con gobiernos, empresas y sociedad civil, para impulsar los temas de contaminación más urgentes en la agenda mundial, como es la exposición dañina a plomo y mercurio.
Desde hace algunos años Pure Earth México desarrolló los programas de país Barro Aprobado, Círculo de Mujeres Hechas de Barro y Alianza Comida Sin Plomo para erradicar el uso de esmaltes con plomo en la alfarería mexicana, al mismo tiempo que crea una comunidad de alfareros, restauranteros, vendedores, empresas y líderes de opinión para proteger esta tradición milenaria y cuidar la salud de toda la población en México.
A través de la página https://www.pureearth.org/mexico/ Pure Earth México ofrece apoyo a los artesanos que quieren aprender técnicas para fabricar barro sin plomo, además de otras actividades para crear conciencia entre la población para que cuiden su salud y no cocinen en materiales que pueden afectarles gravemente.
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