La Asociación Padre Pro IAP atiende mensualmente a 250 familias con despensas las cuales se entregan en la parroquia de la Sagrada Familia de la Colonia Roma en la Ciudad de México, templo donde reposan los restos mortales del padre Miguel Agustín Pro.
El pasado 23 de noviembre se cumplieron 91 años del martirio del sacerdote mexicano Miguel Agustín Pro, sin embargo, su memoria no ha quedado como simple evocación al recuerdo del pasado, ya que hoy en día mucha gente generosa hace de la caridad el mejor puente con la obra del sacerdote jesuita.
Durante la persecución religiosa que se vivió en México en 1926, el padre Miguel Agustín Pro ejercía su ministerio en la clandestinidad, celebrando misas en casas o repartiendo la comunión a escondidas. Sin embargo, una faceta poco conocida de su biografía es que se dedicó a organizar apoyos en especie para cientos de familias necesitadas, mucha de ellas porque los padres de familias que, por el sólo hecho de ser católicos, habían perdido su trabajo.
A través de despensas que recolectaba entre las familias más acaudaladas de la capital mexicana, el padre Pro brindaba apoyo no sólo espiritual a los más desamparados. Así lo platicó para Yo Influyo.com Humberto Pro Galindo, sobrino de Miguel Agustín Pro y responsable de continuar con el legado del jesuita.
Y es que hoy en día, a más de 90 años de distancia, puntualmente mes con mes se siguen entregando estos apoyos de despensa a familias y personas en situación de pobreza. Al respecto Humberto Pro explicó que desde el 23 de diciembre de 1927, cada día 23 de mes, sin fallar ninguno, se entregan despensas.
Recordó que los amigos y señoras amigas del padre Pro fueron los primeros entusiastas voluntarios, en vida del sacerdote lo apoyaban en ésa y otras misiones, y después de su muerte continuaron esta labor en su nombre.
No sólo de pan vive el hombre, pero sin pan tampoco
El entrevistado señaló que hacia 1935 un grupo de esas voluntarias creó una primera asociación. Posteriormente, en colaboración con los sacerdotes de la Compañía de Jesús se conforma el “Centro de Caridad Padre Pro” como una asociación civil el 30 de octubre de 1965. En 1988 se convirtió en “Asociación Padre Pro, I.A.P.” y así continuar hasta nuestros días.
Es muy conocido que, para evitar ser reconocido como sacerdote y caer en manos de la policía, el padre Pro recurría a los más variados disfraces: mecánico, catrín u obrero. Así ofrecía misas en casas particulares, repartía más de 300 comuniones diarias, confesaba y daba pláticas a obreros, sirvientas, niños y señoras. Con ese mismo compromiso, también ayudaba a personas muy necesitadas, fue así como empezó reuniendo donativos para formar unas despensas que repartía entre los pobres.
Humberto Pro subrayó que para su tío era muy importante su ministerio sacerdotal; pero, así como ejercía con celo su trabajo procurando el alimento espiritual de sus fieles, también era consciente de la ayuda que se debía brindar a los más necesitados, a través del alimento indispensable para el cuerpo.
Actualmente, la Asociación Padre Pro IAP atiende mensualmente a 250 familias con despensa, y desarrolla su actividad con notable orden. Humberto Pro precisó que se les entrega a los beneficiarios una credencial anual, misma con la que se recogen los apoyos cada día 23, salvo que “caiga en sábado o domingo”, pues entonces la entrega se adelanta al lunes posterior o se retrasa al viernes previo. Las despensas se entregan en la parroquia de la Sagrada Familia de la Colonia Roma, en la Ciudad de México, templo que es atendido por sacerdotes jesuitas y donde reposan los restos mortales del padre Pro.
El actual responsable de la asociación recordó que están abiertos a la ayuda de personas de buena voluntad que quieran hacer algo por sus semejantes, ya sea en la repartición de despensas o apoyando con despensas que puedan ser entregadas a los más necesitados. “Aquellos que deseen ayudar a la Asociación pueden aportar de manera económica, en especie o con su ayuda, siendo que ninguno en la Asociación tiene un salario, todo se destina a las despensas”, precisó.
Además los interesados en aportar a la Asociación, pueden visitar su página en Internet: http://asociacionpadrepro.iap.org.mx/
Para Humberto Pro resulta sumamente emocionante saber que la memoria de su tío sigue viva, y no sólo de forma etérea o con el pensamiento, sino de manera concreta al ayudar a cientos de familias pobres, a los más necesitados, los que muchas veces son despreciados por la sociedad y que eran los favoritos del padre.
Mencionó que los mexicanos son generosos y saben ayudar al prójimo, pero queda mucho por hacer, siempre se puede para dar una mano, un poco de confort y afecto a los que nada o poco tienen. Por tal motivo hizo una invitación para que se acerquen a la Asociación Padre Pro I.A.P, que conozcan el trabajo que realizan y se sumen a esta noble labor impulsada desde hace ya tantos años.
Si quieres saber más de esta asociación puedes comunicarte a los teléfonos: +55 56 60 67 07 y +55 56 80 10 66 con los señores Humberto Pro y Luz María de Pro.
También puedes realizar tu donativo a la cuenta:
BENEFICIARIO: ASOCIACIÓN PADRE PRO, I A P
BANCO: SCOTIABANK INVERLAT, S. A.
SUCURSAL: 073
CUENTA No: 00102498367
CLABE: 044180001024983677
Te puede interesar: Familias y comunidades pueden forjar su propio destino