Según estadísticas recientes, el acoso escolar ha experimentado un incremento del 20% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Los casos van desde el tradicional acoso verbal y físico hasta formas más modernas como el ciberacoso a través de plataformas digitales.
Expertos señalan que el aumento podría deberse a la falta de conciencia y educación sobre la importancia de prevenir y abordar el acoso escolar. La Secretaría de Educación Pública (SEP) define el acoso escolar como “un comportamiento prolongado de abuso y maltrato que ejerce una alumna, alumno o un grupo sobre otro”.
En México, 11.7 millones de pequeños de 12 a 17 años asisten a la escuela; sin embargo, en 2022, el 28 por ciento afirmó haber sido víctima de algún tipo de acoso escolar en ese año, lo que pone la lupa y genera un reto para México respecto a erradicar esa problemática, en el marco del Día Escolar por la Paz, 30 de enero.
Por su parte, la institución Bullying sin Fronteras explicó que los casos de acoso en el planeta aún existen y van en aumento, pues seis de cada 10 niños son víctimas de ciberacoso o acoso, y ese tipo de violencia provoca cerca de 200 mil muertes al año, debido principalmente al suicidio.
El acoso escolar puede tener efectos perjudiciales y duraderos en los niños que lo experimentan. Los impactos negativos pueden manifestarse en diferentes áreas de la vida de la víctima, incluyendo aspectos emocionales, psicológicos y sociales. Entre los efectos más comunes del acoso escolar en menores está:
- Problemas de salud mental, como ansiedad y depresión.
- Baja autoestima.
- Problemas académicos.
- Aislamiento social de la víctima.
- Problemas para que la víctima se relacione.
- Conductas y pensamientos autodestructivos.
- Adultos con salud mental inestable.
“Tengo que aceptar que eres diferente a mí, que tus expresiones y fortaleza son distintas a las mías y que se complementan. Sólo así podremos construir de verdad una sociedad más humana”, dijo Nelia Tello Peón, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Tello Peón agregó que en los casos de acoso se puede notar un patrón en el que el agresor está rodeado de un grupo que lo sigue y le da fuerzas, por lo que se siente superior a la víctima, y agregó que desde la familia y el entorno en casa se debe educar a los niños para que al relacionarse sean equitativos y no violentos.
Finalmente, aseveró que para que se puedan reducir los casos de acoso escolar y violencia en las escuelas, se necesitan maestros capacitados para manejar esas situaciones y un equipo multidisciplinario en los centros educativos, con psicólogos y trabajadores sociales, para poder mediar las situaciones y prevenir el acoso.
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