A pesar de mostrarse optimista por las buenas intenciones del presidente López Obrador para reducir la pobreza y la desigualdad en el país, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, advirtió que esta problemática se encuentra profundamente arraigada en México y representa un enorme obstáculo que debe abordarse sin demora.
La corrupción y la delincuencia en las últimas décadas limitaron el crecimiento en México, por lo que encarar esos problemas es una importante prioridad para las políticas públicas, señaló Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), en sesión solemne en el Senado.
Durante el primer día de los dos que permanecerá en nuestro país, indicó que otros de los problemas que afectan la economía mexicana son la informalidad en el mercado de trabajo, un grado limitado de competencia en algunos sectores y un acceso insuficiente a los servicios financieros y las telecomunicaciones.
Lagarde aseguró que pudo constatar que de la última visita que hizo a nuestro país en 2014 a la fecha se han dado importantes avances en materia de inclusión financiera, en gran medida por el liderazgo del Banco de México, así como por las reformas políticas realizadas en el pasado reciente y gracias a las cuales un mayor número de personas de bajos recursos y lugares de difícil acceso han resultado beneficiadas.
Reconoció que la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera aprobada el año pasado por el Congreso fue un importante paso adelante y establece un marco integral para la innovación protegiendo a la vez la estabilidad financiera.
Ante legisladores integrantes de la Comisión Permanente, la directora del FMI conminó a las autoridades a seguir dando pasos para ampliar la inclusión financiera, pero destacó que esta labor exige un delicado equilibrio de las políticas públicas y las iniciativas del sector privado. “El papel del gobierno es proporcionar un contexto normativo favorable que fomente la competencia y el crecimiento, así como también instituciones supervisoras sólidas e independientes”.
Indicó que cada vez más personas tienen acceso a servicios financieros y que ahora casi la mitad de todos los adultos poseen cuentas bancarias mientras que en 2011 solo lo hacían 36 por ciento, lo que en ha sido posible en muchos casos gracias a los programas sociales implementados durante los últimos cinco años debido a que el gobierno abrió cuentas para que unos 4 millones de personas recibieran prestaciones sociales o transferencias monetarias.
A pesar de ello, México presenta rezagos pues mientras nuestro país el año pasado tenía poco más de mil cuentas bancarias por cada mil adultos, el promedio entre las economías de mercados emergentes es de casi mil 500 cuentas por cada mil adultos.
Y en cuanto a reemplazar el efectivo como medio de pago, Lagarde aseguró que México está mucho más atrasado que otros países, ya que el 95 por ciento de las compras diarias por debajo de 500 pesos se hacen con efectivo, mientras en otras latitudes, como en China, por el contrario, decenas de millones de personas apenas usan efectivo.
Asimismo, indicó que los habitantes de tres cuartas partes de los municipios de México no tienen siquiera un punto de acceso para los servicios financieros dentro de un radio de dos kilómetros de distancia a pie.
Christine Lagarde habló sobre el encuentro previo que tuvo con el presidente Andrés Manuel López Obrador y afirmó que su conversación resultó muy alentadora toda vez que el mandatario dejó en claro que tiene la determinación de elevar el crecimiento económico de México y reducir la desigualdad. También se ha comprometido a ampliar la inclusión financiera, especialmente fomentando un uso mucho más generalizado de la banca móvil”.
Finalmente, expresó que “existen muchas buenas ideas e iniciativas, y soy optimista en cuanto a las posibilidades de que todos ustedes sigan promoviendo la inclusión financiera. Estoy deseando ver hasta dónde habrán llegado dentro de cinco años”.
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