La persistencia en el desabasto de medicamentos en el país ha ocasionado que se vulnere el derecho a la salud de millones de mexicanos, de manera particular a quienes padecen enfermedades neurológicas y psiquiátricas, se incrementen las quejas y crecieran casi 600 por ciento los amparos en tan sólo cinco años, además de propiciar la falsificación y el robo de fármacos, revela la “Radiografía del Desabasto de Medicamentos en México, 2022”, elaborada por el colectivo Cero Desabasto.
El informe destaca que en 2022, más de 15.2 millones de recetas no fueron surtidas de manera efectiva en las principales instituciones de seguridad social, dejando a muchos sin su derecho a la salud, resalta que este número incrementa si consideran también el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), los Servicios de Salud Estatales y la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE).
Entre los hallazgos del análisis se destaca que la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Petróleos Mexicanos (Pemex) son las instituciones que en 2022 tuvieron los más bajos porcentajes de surtimiento y en comparación con 2021, casi se duplicó el número de recetas no surtidas.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2022 se negaron 10.8 millones de recetas y fueron surtidas parcialmente 1.7 millones, lo que suma un total de 12.5 millones de recetas no surtidas efectivamente. Dicho número refleja una mejora importante en cuanto abasto, ya que, a diferencia del 2021, hubo 9.6 millones de recetas menos que no fueron surtidas efectivamente.
Por otro lado, uno de los problemas colaterales ocasionado por el desabasto es el aumentado el riesgo de medicamentos falsificados o robados en el mercado. El colectivo indicó que entre 2021 y 2022 se registró un aumento de 142 por ciento en el número de alertas emitidas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) relativas a falsificación y adulteración de medicamentos, además de que las quejas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) han aumentado.
De igual forma, el derecho a la vacunación ha sufrido un golpe, con una disminución en las tasas de cobertura de vacunación en los últimos años, lo que puede resultar en serias consecuencias, como el resurgimiento de enfermedades controladas y la amenaza a la inmunidad colectiva.
En este rubro, el colectivo reconoció que las coberturas de vacunación en el 2022 son mejores que las de los dos años anteriores, pero consideró que algunas siguen siendo francamente preocupantes, como el caso de la Hepatitis B (58 por ciento) y la triple viral (SRP) (52.9 por ciento).
Asimismo, señaló que las coberturas de vacunación en las niños y niñas de un año mejoraron en 2022; no obstante, los estados que se encuentran por abajo de la meta del 80 por ciento son Jalisco (68.6 por ciento), Veracruz (73.2 por ciento) y Morelos (74.6 por ciento).
La radiografía de desabasto destaca la crisis existente en México en cuanto al acceso a medicamentos e insumos sanitarios, exacerbada por la mala gestión administrativa y la pandemia, y las amplias inequidades en el sistema de salud. Para garantizar la salud como un derecho, todos los sectores deben colaborar.
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