García Moreno enfatizó que el sismo más poderoso en los últimos 100 años “fue una oportunidad para darnos cuenta de que México cuenta con recursos, instrumentos financieros, protocolos y conocimientos para responder a las emergencias, en otros países dependen de la ayuda internacional”.
Este 7 de septiembre, se recordará el sismo de magnitud 8.2 registrado hace un año en Chiapas, con actividades como un simulacro y conferencias con especialistas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el analista de riesgos británico, Allan Lavell, señaló el secretario de Protección Civil del estado, Luis Manuel García Moreno.
El funcionario indicó que el sismo del 7 de septiembre de 2017 afectó de algún modo a un millón y medio de personas en 77 de los 124 municipios de Chiapas.
Refirió que 16 personas murieron por el evento, 26 resultaron lesionadas y 166 tuvieron heridas leves, y pese a que el epicentro fue más cercano a Chiapas, hubo un trabajo de prevención que permanece en la memoria colectiva.
Relató que la labor hizo posible que en la entidad se presentaran menos pérdidas que en otros estados, como Oaxaca, aunque también resultaron dañadas dos mil 77 escuelas, 33 edificios públicos, 141 iglesias se cayeron y 321 presentaron daño parcial, así como 583 comercios con algún daño.
Añadió que, además de los planes familiares de protección de riesgos, el trabajo comunitario ha funcionado en la entidad, donde hay más de seis mil comités de Protección Civil respaldados por un acta constitutiva, que trabajan cada día en una cultura de la prevención.
El sismo de magnitud 8.2 se registró a 133 kilómetros al suroeste de Pijijiapan, Chiapas, intensidad que superó la del 19 de septiembre de 1985, y causó daños en 46 mil 773 viviendas en la entidad, de acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Este el sismo ha sido el más intenso en casi 100 años, según los reportes del Servicio Sismológico Nacional (SSN) y ocurrió apenas 12 días antes del sismo que sorprendió a la Ciudad de México y sus alrededores, el 19 de septiembre de 2017, a las 13:14:40 horas.
De acuerdo con datos de la dependencia federal, en la entidad hubo 32 mil 700 viviendas con daño parcial, de las cuales se han atendido 31 mil 648 y faltan mil 54 por atender. Respecto a las viviendas con daño total fueron 14 mil 73, de las cuales 13 mil 432 recibieron tarjeta de Bansefi y faltan 641.
En tanto, en la noche del jueves 7 de septiembre, los habitantes del sureste mexicano sintieron el rigor del sismo de magnitud 8.2 que se registró en las costas de Chiapas, el movimiento abarcó el sureste del país y se sintió en la Ciudad de México.
De inmediato, los comités iniciaron su trabajo en las zonas rurales ejidales y reportaron con fotografías y un protocolo de evaluación de daños, y en un segundo momento, las autoridades federales reportaron un universo de 46 mil 500 casas con algún tipo de afectación y 14 mil con daño total, que se atendieron con tarjetas de Bansefi, señaló García Moreno.
Indicó que, en cuanto a la ayuda humanitaria, Protección Civil estatal entregó apoyos de emergencia, como despensas, colchonetas y casas de campaña, al señalar que “en Chiapas hubo menos daños que en otros estados, pues ocho años antes iniciaron sus megasimulacros el 20 de marzo de cada año”.
Refirió que, “en 2012, cuando estábamos en el simulacro, tembló y desde entonces se estableció esa fecha para prevenir riesgos, además del 19 de septiembre de cada año, así como el 7 de septiembre”.
El funcionario indicó que en el último año se han registrado 26 mil 710 réplicas del sismo del 7 de septiembre, lo que indica una intensa actividad en las tres placas tectónicas en la región, la de Cocos, el Caribe y Norteamérica.
La dependencia estatal trabaja en una cultura de prevención, además de que a través de la participación ciudadana ha instalado alarmas sísmicas en 30 ciudades de Chiapas, con tecnología israelita.
Destacó que la población está consciente de esta problemática y las autoridades llevarán a cabo una jornada de conferencias en la Escuela Nacional de Protección Civil, con la participación de organismos de la ONU y el experto en prevención de riesgos, el británico Allan Levell.
“Avanzamos en la agenda, las viviendas que se vieron afectadas fueron en la zona rural, principalmente las hechas de adobe; ahora, con autoconstrucción, informamos en folletos las nuevas técnicas, que incluyen rodear el adobe con una malla, para evitar riesgos”, expuso.
García Moreno enfatizó que el sismo más poderoso en los últimos 100 años “fue una oportunidad para darnos cuenta de que México cuenta con recursos, instrumentos financieros, protocolos y conocimientos para responder a las emergencias, en otros países dependen de la ayuda internacional”.
Detalló que se busca sensibilizar a la población sobre la importancia de saber qué hacer antes, durante y después de un sismo para salvaguardar la integridad física, y reconoció la labor por consolidar la Protección Civil con un enfoque preventivo.
