Es urgente impulsar acuerdos sustantivos y efectivos frente a la pobreza y la desigualdad mediante el diálogo constructivo entre autoridades y ciudadanos, lo que va más allá de colores partidistas o intereses de grupo.
El bajo ingreso laboral y la falta de seguridad social son los principales factores que generan la pobreza en México, lo cual provoca que una de cada seis personas pase hambre por carecer de recursos para adquirir productos de la canasta básica, por lo que “ya es hora de dejar de darle vueltas al asunto y agarrar al toro por los cuernos e ir a la raíz” del problema, señaló Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Esta organización de la sociedad civil (OSC) sostiene que la respuesta frente a la pobreza es doble: trabajo digno y un sistema de salud y protección social con cobertura universal, no condicionado, desvinculado de las prestaciones laborales.
Gómez Hermosillo indicó que el remedio contra este flagelo no son los programas sociales que apenas atenúan la pobreza sin enfrentar las causas. “No pueden esperarse milagros de estos programas”, pero destacó que para ir al fondo y atenuar esta problemática es necesario un plan integral en el que “se aplique la fórmula ‘México sin Pobreza’, que consiste en trabajo digno, con derechos laborales y remuneración suficiente más sistema de protección social universal, desvinculado de las prestaciones laborales, iniciando por la cobertura universal en salud”.
Para superar eficazmente esta problemática que afecta a millones de mexicanos, la OSC hizo un llamado a unirse en un plan que reoriente las acciones de gobierno, empresa y sociedad. “Con unidad se pueden trazar rutas de solución con enfoque de derechos e inclusión; sin ánimo de buscar culpas, evitando crear nuevas vías de confrontación política”, subrayaron los integrantes del colectivo.
Asimismo, exhortaron de manera especial a quienes tienen responsabilidad en la toma de decisiones, en la economía y en la política, a fin de que “sumen esfuerzos en este propósito que va más allá de colores partidistas o intereses de grupo. Es urgente y posible impulsar acuerdos sustantivos y efectivos frente a la pobreza y la desigualdad mediante el diálogo constructivo”.
En conferencia de prensa, Lucila Servitje, Pilar Parás y Rogelio Gómez Hermosillo presentaron el Pronunciamiento desde la sociedad civil frente a los nuevos datos de ingresos, carencias y pobreza en el que pidieron al gobierno federal, a los gobiernos locales y a los poderes legislativos que convoquen a un diálogo social con este propósito.
Para llevar a cabo este diálogo y “en ánimo constructivo”, esta asociación propuso dos objetivos que aseguró “pueden ser compartidos por todas las fuerzas políticas y por la mayoría de los actores económicos y sociales”, el primero es reordenar el deteriorado sistema laboral para garantizar derechos laborales a quienes trabajan y para crear más trabajos dignos, y el segundo, construir un sistema de protección social universal que inicie con la cobertura universal de salud.
El pronunciamiento de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza presenta una agenda de 10 acciones inmediatas para empezar a aplicar la fórmula: México sin Pobreza.
Para mejorar los ingresos:
1. Aprobar en la Conasami un plan multianual para la recuperación gradual del salario mínimo para que cubra el monto necesario para adquirir dos canastas básicas del área urbana, a más tardar en 2024. A precios actuales redondeado la meta es de siete mil 500 pesos mensuales.
2. Legislar o reglamentar la posibilidad de un reparto de utilidades adelantado que funcione como “bono de productividad”. Esto permite que las empresas compensen a las y los trabajadores en momentos de mejora de ventas. También hay que explorar formas de reparto equitativo para que se asignen porcentajes mayores a quienes ganan menos.
3. Establecer una política de fomento de la economía social y solidaria que permita a las cooperativas y al conjunto de empresas de propiedad colectiva del sector social, crecer, captar inversión, acceder a crédito de la banca de desarrollo a tasas preferenciales, abrir nuevos canales de comercialización en compras públicas y contar con apoyos para la capacitación y la innovación.
4. Dar continuidad y ajustar el programa Jóvenes Construyendo el Futuro para que contribuya a la empleabilidad y a la inserción laboral de jóvenes con mayores desventajas sociales, en las zonas urbanas de mayor pobreza laboral, conforme a las propuestas de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno.
Para avanzar en el cumplimiento de los derechos laborales:
5. Acelerar la implementación de la reforma laboral, en especial, el funcionamiento del nuevo sistema de justicia laboral, la legitimación de los contratos colectivos y la elección democrática de las dirigencias sindicales.
6. Fortalecer la capacidad de inspección y sanción de la Secretaría del Trabajo y su coordinación con el IMSS, el SAT y la UIF, para enfrentar los modelos de negocios basados en violar derechos laborales y las formas más extremas de simulación, como los contratos de protección de la industria de la construcción.
7. Cumplir con las cláusulas y disposiciones laborales previstas en el TMEC y evitar litigios mediante el cumplimiento de los estándares internacionales del derecho al trabajo.
Para construir las piezas del sistema universal de protección social:
8. Cobertura universal de salud. Asignar presupuesto igualitario e integrar funcionalmente la atención primaria en salud, entre los diversos subsistemas. La atención primaria permite: atención preventiva, detección de riesgos y control de las enfermedades en sus primeras fases, así como las acciones de promoción social de la salud. También parte del enfoque centrado en las personas, por lo que la integración funcional de los subsistemas permite evitar la discontinuidad en la atención de comunidades, familias y personas por las fluctuaciones propias del campo laboral.
9. Aprobar la reforma constitucional para crear el Sistema Nacional de Cuidados y asignar un presupuesto suficiente para crear al menos 100 mil nuevos cupos en estancias infantiles y fomentar modelos de economía social y solidaria que puedan prestar servicios de cuidados con subsidios públicos y mixtos.
10. Establecer una transferencia monetaria de emergencia para las personas que pierden su medio de sustento por emergencias como la pandemia, a través de mecanismos ágiles y transparentes de registro y asignación temporal. Y corregir la actual asignación de los programas de transferencias monetarias para evitar la exclusión de los hogares de menores ingresos.
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