La Iglesia Católica lleva a cabo diferentes iniciativas de construcción de la paz en México.
Con la intención de edificar un México mejor, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la Procuraduría General de la República (PGR) firmaron un Convenio General de Colaboración.
Monseñor Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM y Alberto Elías Beltrán, subprocurador jurídico y de asuntos internacionales, en suplencia del procurador general de la República, firmaron el convenio el 8 de octubre.
Durante el evento protocolario, monseñor Miranda subrayó la importancia del trabajar juntos sociedad, gobierno e instituciones para seguir creando instrumentos donde el perdón, la reconciliación y la resolución de un conflicto ayuden a una mejor procuración de justicia.
El convenio sienta las bases y los medios de colaboración entre las instituciones para aplicar recursos en materia de derechos humanos, procesos de justicia restaurativa, mecanismos alternativos de solución de controversias y de la cultura de la paz, que forman parte de la configuración del Sistema de Justicia Penal Acusatorio.
Arturo Elías Beltrán señaló que este sistema es más humano, busca que la víctima obtenga una satisfacción, que los probables responsables cuenten con una salida alterna pacífica y se genere una justicia pronta. Además, puntualizó que para difundir los alcances de los mecanismos del sistema se promoverán alianzas estratégicas como la que se estableció con el Episcopado.
Cultura de paz
“La violencia en nuestro país está llegando a niveles inimaginables, y la sociedad en general se encuentra como en un marasmo anímico y una parálisis moral, desconcertada y desorientada por lo inédito de la situación”, dijo monseñor Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia, en el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC).
Leer: “Muchos políticos son cómplices de la violencia”
Ante esta situación, la Iglesia Católica se ocupa de generar las condiciones para la construcción de la paz, justamente la firma del señalado Convenio General de Colaboración se encuentra en esa línea de esfuerzos.
Monseñor Garfias, responsable de la Dimensión de Justicia, Paz y Reconciliación de la CEM, y otrora arzobispo de Acapulco, una de las zonas con mayor violencia y de las más conocidas a nivel nacional, puso en práctica en esa iglesia particular un proyecto de construcción de paz, que se ha ido ampliando a otras diócesis.
Monseñor Garfias Merlos explicó que quienes han sido víctimas “son los primeros que tienen que recibir acompañamiento, consuelo, fortaleza y esperanza y proporcione una manera práctica para vivir el perdón y la reconciliación”.
Señaló también 5 ejes propuestos para construir la paz, atender el debilitamiento del sentido de Dios, del hermano y del sentido comunitario.
1) Oración por la paz.
2) Fomentar ambientes, lenguajes y expresiones para la paz. La labor de los medios de comunicación y las redes sociales es importante; así como impulsar, desde la pastoral familiar, una real educación para la paz y promover lo propio desde la pastoral juvenil.
3) Crear vínculos y estrategias para la construcción de paz. Fomentando el diálogo para la paz, involucrando a la sociedad civil.
4) Formación permanente del presbiterio para la promoción de la paz.
5) Atención integral a las víctimas, para que puedan recuperar su sentido de vida y autovalor para que puedan reintegrarse a la comunidad y ser sembradores de paz.
Con información de Conferencia del Episcopado Mexicano, Procuraduría General de la República y YoInfluyo.com
Te puede interesar: Conferencia Episcopal presenta protocolos de seguridad
