En poco más de 24 horas, dos sacerdotes sufrieron ataques violentos directos a su persona. En el primero de los atentados la víctima fue el arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez, quien resultó ileso; y el segundo fue el sacerdote Javier García Villafaña, párroco de la iglesia Nuestra Señora Santa Ana, a quien le arrebataron la vida.
El sacerdote Fray Javier García Villafaña, asignado a la parroquia de Capacho en el municipio de Huandacareo, Michoacán, fue encontrado sin vida al interior de un vehículo con heridas de bala, informó la Fiscalía General del Estado.
La dependencia informó que aproximadamente a las 19:00 horas, personal de la institución fue notificado sobre el homicidio de una persona, registrado en la carretera Cuitzeo-Huandacareo, a la altura de la localidad de Capacho, sitio donde fue localizado un automóvil que presentaba impactos de proyectil de armas de fuego.
Fray Javier García pertenecía la comunidad de padres agustinos, y apenas el 23 de abril fue asignado a la parroquia de Santa Ana Maya.
En el momento del homicidio, conducía un coche Nissan Sentra blanco, y vestía una camisa a cuadros azules y un pantalón de mezclilla azul. La Procuraduría General de Justicia del Estado está realizando las investigaciones para esclarecer el asesinato.
La fiscalía indicó que una vez que personal de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen y Servicios Periciales (USPEC) realizó las actuaciones respectivas, se dispuso el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para que se practique la necropsia de ley.
Atacan a arzobispo de Durango
El domingo después de concluir la misa de medio día en la Catedral de Durango, presidida por Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, Arzobispo de Durango, sufrió un atentado en la Sacristía Mayor, por parte de un hombre de 80 años quien intentó acuchillarlo sin tener éxito.
El agresor entró a la sacristía donde se encontraba Armendáriz preguntándole si él era el arzobispo, a lo que él prelado asintió, acto seguido el atacante intentó herirlo con un cuchillo que llevaba por lo que hubo un forcejeo en el cual el sacerdote salió ileso ya que un cura y un sacristán que se encontraban en el lugar lograron detenerlo.
El padre Noé Soto, vocero de la Arquidiócesis, informó que ya se presentó una denuncia por tentativa de homicidio en la Fiscalía de Durango.
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