Existe entre líderes sociales preocupación por la presencia de ciertos rasgo anómalos en el gobierno, ante ello es fundamental la participación de cada ciudadano.
Se han cumplido cinco meses de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República por lo que YoInfluyo.com, conversó con miembros de distintas organizaciones que contribuyen en ámbitos como los derechos humanos, la inclusión de las mujeres, la familia y la empresa para conocer su análisis al respecto.
Estado de Derecho
Al doctor en Derecho y presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH) Abel Flores lo que más le preocupa es el tema del Estado de Derecho ya que si se vulnera éste se merma la propia democracia.
“El presidente de la República debe ser el primero que debe respetar la ley” y debe poner el ejemplo en su cumplimiento, señaló Flores Ramírez.
El jurista indicó que “no queremos empoderar a una persona, queremos empoderar al estado de derecho”, se busca que el estado mexicano se fortaleza para bien de todos los ciudadanos, y subrayó que “si no hay certeza jurídica… no va a haber inversión”.
Flores rememoró que se empezó con encuestas que no dan certeza del resultado y con base en éstas se han tomado decisiones de Estado muy importantes. Por ejemplo señaló que si bien el presidente cuenta con las facultades legales para cancelar la construcción del NAIM, pero que lleve a cabo su decisión sin esconderse en una consulta ilegítima.
Asimismo indicó que le preocupa el tema del memorándum (por el que llamó a algunos secretarios de estado a actuar al margen de la Constitución en el tema educativo), porque un documento de esta naturaleza no puede estar por encima de la Carta Magna.
Otro tema de preocupación que rescató el presidente de la CMDH es el anhelo de volver a “un sindicalismo fuerte, en donde los sindicatos controlan al pueblo, donde los sindicatos tienen mucho poder y a través de ellos se controla o se castiga a ciertos personajes” pero que es contrario a su naturaleza pues los sindicatos existen para defender los intereses del trabajador.
Mujeres y programas sociales
Guadalupe Arellano, presidenta de la Asociación Nacional Cívica Femenina (Ancifem), también opinó sobre estos primeros cinco meses en funciones del gobierno federal.
Arellano ha identificado en este tiempo un “ataque sistemático al trabajo de la sociedad civil y (el) recorte de recursos a programas que fomentan la equidad y la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres”.
Indicó que “regresamos a esquemas de un gobierno obeso, lento, que genera incertidumbre por sus dobles discursos, representando una seria amenaza para las libertades fundamentales garantizadas por el marco normativo nacional e internacional”.
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¿Proyecto actualizado?
Leonardo García Camarena, presidente nacional de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), sobre el tema comenzó estableciendo que la mayoría de los conceptos y personajes que rodean al presidente provienen de la época del presidente Luis Echeverría Álvarez allá en los años 70, en la época del “Nacionalismo Revolucionario a la mexicana”, grupo que se sintió desplazado por el de la “tecnocracia”, y es posible que ante la coyuntura actual se quieran mantener en el poder por el mismo tiempo que fueron relegados, es decir, más de 30 años.
Indicó que modificar el andamiaje político actual y alinearlo con un modelo propio de los 70 traería como consecuencia dejar al país fuera del crecimiento y del desarrollo.
Añadió que si se concentra el poder sin intermediarios, el presidente mostraría un rasgo dictatorial preocupante y lo mismo ocurre si se cierran los organismos autónomos o si se decide discrecionalmente sobre el presupuesto.
García Camarena señaló que “estos cinco meses nos dan la pauta para saber qué tanto el ‘nacionalismo revolucionario a la mexicana’ viene por sus fueros y qué tanto la personalidad del presidente y la insistencia de algunos actores como la propia Yeidckol Polevnsky en su calidad de presidenta de partido o el propio Marcelo Ebrard con su propio grupo político y su visión internacional pretenden la instauración de un modelo que no permita el regreso a la democracia institucional, el regreso a la división de los poderes poder, el regreso al respeto pleno del desarrollo de los actores y sobretodo de la consolidación de los cuerpos intermedios”.
Indicó que todavía no es un modelo dictatorial y destacó que las intenciones del presidente son buenas, tales como apoyar los pobres a las víctimas de la corrupción, pero difiere fuertemente de los medios y las formas, por lo que la ruta que se está tomando le preocupa.
Bien común – Participación social
Por su parte Leonardo Arzamendi, director de la Unión Social de Empresario de México (USEM) mencionó que consideran que en los cinco primeros meses el ejercicio de gobierno “ha sido una gestión de luces y sombras”.
Agregó que los objetivos que busca el presidente pueden ser muy buenos pero que ellos como asociación difieren de la forma llevarlos a cabo. Afirmó que “tiene que seguirse haciendo por medio de las instituciones y de los mecanismos democráticos y no a través de procesos donde se ignore a las instituciones y a la sociedad civil”.
De esta manera indicó que hacen votos para que presidente escuche todas las voces incluso las que no están de acuerdo con sus planteamientos, ya que ejercer el poder es buscar el mayor bien común posible y sólo se logra esto escuchando a todos.
Así aprovechó para hacer un llamado a los ciudadanos a involucrarse. “Hoy más que nunca es necesaria la participación y la acción de todos, los ciudadanos debemos participar, el destino de México está en manos de todos no en manos de una sola persona”, concluyó Arzamendi.
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