Con la pandemia de COVID-19, que se apoderó del mundo en 2020 y se extendió hasta 2022, la mayor preocupación para las naciones fue detener los contagios y muertes, y controlar la enfermedad; sin embargo, muchos derechos humanos y garantías personales se dejaron de lado en el proceso y hubo problemas que sin duda se agravaron.
Luis Raúl González Pérez,coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que los esfuerzos en el diseño de políticas públicas deben poner en el centro las garantías fundamentales, como eje transversal para atender las afectaciones en distintos rubros y salvar vidas.
El experto detalló que las garantías más afectadas fueron el derecho a la educación, a la protección de la salud y al empleo, y los organismos deben trabajar en políticas que ayuden a reducir el impacto y atraso, que en algunos casos ya era muy intenso desde mucho antes del COVID-19.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), en los tres ciclos escolares golpeados por la pandemia de COVID-19, la matrícula educativa se redujo 4.5 por ciento, es decir, un millón 364 mil alumnos desde preescolar hasta bachillerato abandonaron sus estudios en México.
Mientras que en temas laborales, con la llegada del COVID-19 y su impacto laboral, por lo menos cuatro de cada cinco trabajadores enfrentaron altos índices de estrés laboral en 2022 y lastimosamente, solo una cuarta parte de los trabajadores recibió ayuda en materia de salud mental por parte de sus empresas.
Para cambiar la situación, el académico llamó a que se tomen en cuenta diferentes rubros académicos y de esa manera reflexionar desde distintas experiencias las problemáticas. “Reflexionar sobre qué sigue en términos de la experiencia, a fin de estar mejor y más preparados para enfrentar circunstancias similares”, aseveró.
González Pérez explicó que se es esencial que se creen mecanismos para fortalecer los temas de atención y protección de la salud, y agregó que se deben pensar en nuevas opciones para reorientar el gasto público de acuerdo a la emergencia para lograr una salud más igualitaria, como ejemplo, la distribución igualitaria de vacunas.
Por otro lado, Luis Raúl González comentó que se debe poner atención en contener los efectos negativos que hay en el campo laboral después de las medidas aplicadas en el confinamiento y destacó que se deben plantear propuestas para hacer más igualitaria la educación después de la pandemia, pues sacó a flote las desigualdades.
Las declaraciones del experto se hicieron en el marco del lanzamiento de la colección “La década COVID en México. Los desafíos de la pandemia desde las Ciencias Sociales y las Humanidades” de la UNAM y el académico indicó que en el tomo siete, titulado “Derechos humanos”, se abordan las distintas problemáticas.
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