La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó que obispos de México y Estados Unidos sostienen desde este lunes, 13 de febrero, su reunión Tex-Mex para abordar la compleja problemática de la franja fronteriza.
El lugar del encuentro es la Parroquia de Nuestra Señora de San Juan del Valle, en Brownsville, Texas; y a él asisten 10 obispos de Estados Unidos, 9 obispos de México, y el Nuncio Apostólico Christophe Pierre, además de sacerdotes, religiosas y laicos que trabajan en la atención a los migrantes en ambos lados de la frontera.
En su primer día de pláticas, Monseñor Raymundo Peña, obispo emérito de Brownsville y decano de los obispos fronterizos, hizo un repaso de la historia de las reuniones Tex-Mex que vienen realizándose desde 1986, tratando los temas de los indocumentados, las drogas y las bandas delincuenciales.
Dichas reuniones binacionales, atravesaron iniciativas del Papa Juan Pablo II, que abrían nuevos horizontes y esfuerzos por una nueva evangelización en 1992-93. En torno al Sínodo de las Américas, analizaban las realidades vividas en la frontera, y atendían las palabras del Papa Juan Pablo II, que hablaba de considerar una sola América, y no una del norte y otra del sur. Con el lema: “Comunión y solidaridad” sintetizaba el sentido y el trabajo de la Asamblea General de obispos de toda América, reunida ese 16 de diciembre del 1997.
Después del Sínodo, se formó la Conferencia Eclesial de la Frontera, que permitía discernir las mejores maneras de transmitir el Evangelio en América. Se requería empezar con la unidad de las Iglesias en Texas y en la frontera norte de México. La atención a los migrantes en primer lugar: albergues, relaciones entre gobierno y sociedad civil, y relación entre las diócesis fronterizas. Lo que se buscaba era incrementar la coordinación ya existente, para lograr una mayor colaboración.
Fruto de ello, fue la realización del primer documento binacional llamado: “Juntos En El Camino De La Esperanza Ya No Somos Extranjeros”, del año 2002. Donde se afirma que: #Nuestros pueblos están llamados a actuar como verdaderos vecinos y trabajar unidos por construir un más justo y generoso sistema de migración”.
Las reuniones han continuado desarrollando proyectos múltiples de pastoral, y de mutuo entendimiento entre las diócesis e Iglesias de ambos lados de la frontera.
Después de la exposición de Monseñor Peña, se recordó que entre Brownsville y Matamoros, no había frontera, las familias ampliadas cruzaban para uno y otro lado del río, compartiendo la vida, el estudio y el trabajo…
Al final de la sesión del lunes, se compartieron muchas inquietudes del momento actual, tan difícil y apremiante que están viviendo los migrantes, en ambos países, y se terminó de organizar las actividades para este martes, 14 de febrero, en el que además de ver cómo operan las casa de migrantes y los centros de detenciones, se trabajará en la coordinación de los esfuerzos pastorales entre las diócesis, parroquias, centros de atención a migrantes, albergues, y después de la misa de la tarde, se compartirá un mensaje conjunto a los medios de comunicación.
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