Con un llamado a la serenidad, prudencia y respeto de la vida humana y sus instituciones, Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), respondió a la agresión que esta madrugada sufrió la sede del órgano colegiado de los obispos mexicanos en la cual estalló en la puerta principal un artefacto explosivo, sin que hubiera víctimas humanas de por medio.
“Este hecho nos invita a reflexionar enfáticamente sobre la necesidad de reconstruir el tejido social, para propiciar un ambiente de seguridad para todos los ciudadanos”, indicó. Asimismo, señaló que es “indispensable la conversión social para que cada ciudadano sea conductor de la paz en nuestro país” a fin de poder generar mayor humanidad, justicia y solidaridad.
Al ser cuestionado sobre si se había recibido alguna amenaza o mensaje previo al suceso, indicó que no, además de que hasta el momento tampoco nadie se ha adjudicado la autoría del atentado, aunque sí es un hecho sin precedentes este ataque a la CEM.
Añadió que tanto las autoridades federales como locales están en estrecha colaboración para investigar lo acontecido.
El también obispo auxiliar de Monterrey recordó que recientemente han sido asesinados por diversas circunstancias 18 sacerdotes y 2 más han sido secuestrados, pero consideró que el ataque contra las instalaciones del CEM no implica un ataque directo contra la Iglesia Católica.
Sin embargo, Miranda Guardiola reconoció que “no podemos ser ingenuos como para no preocuparnos”, por lo que en cada una de las diócesis se incrementarán las precauciones, además de que los sacerdotes deberán ser más prudentes y cuidadosos para salir de noche, visitar a los enfermos en sus casas o para realizar otras actividades propias de su ministerio, “los sacerdotes no podemos salir con guardias, no es nuestro estilo de vida”, refirió.
“Tenemos la preocupación de todos los ciudadanos, como sacerdotes debemos tener más cautela en nuestra actividad pastoral”, estamos cumpliendo con nuestro deber a pesar de la violencia, subrayó.
De manera reiterada el Secretario General del CEM mencionó que la Iglesia Católica en México tiene un compromiso para trabajar en favor de la paz:
Es la oración el trabajo ininterrumpido para construir la paz, reconoció. Con los ciudadanos, organizaciones y autoridades debemos sumarnos para favorecer a la reconstrucción del tejido social. Estamos empeñados en construir la paz, insistió.
