Los obispos de Estados Unidos anunciaron que ha comenzado un proceso para desarrollar un Código de Conducta para obispos con respecto al “abuso sexual de un menor; acoso sexual o mala conducta sexual con un adulto; o negligencia en el ejercicio de su cargo relacionado con tales casos”.
La conferencia de obispos de Estados Unidos anunció nuevas medidas de rendición de cuentas en respuesta a los recientes escándalos clericales de abuso sexual. Las reformas incluyen el establecimiento de un mecanismo de denuncia independiente para recibir quejas contra los obispos y el desarrollo de un Código de Conducta para los mismos.
En un comunicado, el episcopado norteamericano dijo que estas medidas para luchar contra los abusos son “sólo el comienzo”, y al respecto anunciaron cuatro prioritarias:
La primera es la creación de un mecanismo de denuncia confidencial para manejar “denuncias de abuso sexual de menores por parte de un obispo y hostigamiento sexual o mala conducta sexual con adultos por parte de un obispo”. Este sistema, señala el comunicado, dirigirá esas quejas a las autoridades civiles y eclesiásticas apropiadas.
Los obispos señalaron que el Comité de Asuntos Canónicos y Gobernabilidad de la Iglesia de Estados Unidos recibió instrucciones para desarrollar políticas para abordar las restricciones a los obispos que han renunciado o han sido destituidos tras “alegaciones de abuso sexual de menores o acoso o mala conducta sexual con adultos, incluidos seminaristas y sacerdotes”.
El Comité Administrativo también anunció que ha comenzado un proceso para desarrollar un Código de Conducta para obispos con respecto al “abuso sexual de un menor; acoso sexual o mala conducta sexual con un adulto; o negligencia en el ejercicio de su cargo relacionado con tales casos”.
Finalmente, dicen en el comunicado que el comité apoyó una investigación completa sobre el caso del arzobispo Theodore McCarrick, incluidas las acusaciones formuladas contra él en relación con el asalto sexual de menores, adultos, seminaristas y sacerdotes, así la respuesta de la Iglesia a esas acusaciones en su momento.
Reconociendo la crítica generalizada a las autoridades de la Iglesia a raíz de los recientes escándalos, el comité dijo que “este es un momento de profundo examen de conciencia para cada obispo”. Señala también que de ninguna manera pueden considerar suficiente la respuesta de los obispos ante el “asalto sexual dentro de la Iglesia”.
Los obispos también instaron a las víctimas de abusos a presentarse, ya sea a las autoridades de la Iglesia o a las civiles.
“A cualquiera que haya sido abusado, nunca dude en ponerse en contacto con la policía local. Si no se siente cómodo por alguna razón con la Iglesia brindando ayuda, su diócesis puede conectarlo con los servicios comunitarios apropiados. Con compasión y sin juicio, los obispos de los Estados Unidos se comprometen a sanar y proteger con cada una de las fuerzas que Dios nos brinda”, señala el documento.
Según el comunicado, el comité se reunió para discutir las propuestas la semana pasada. El anuncio también se produce después de una reunión del 13 de septiembre entre el Papa Francisco y obispos estadounidenses, encabezados encabezada por el cardenal Daniel DiNardo, presidente de la conferencia episcopal.
“Algunos obispos, por sus acciones o por su falta de acción, han causado un gran daño tanto a las personas como a la Iglesia en general. Han usado su autoridad y poder para manipular y abusar sexualmente de otros. Han permitido que el miedo al escándalo reemplace la preocupación y el cuidado genuinos por aquellos que han sido victimizados por abusadores. Para esto, nuevamente pedimos perdón tanto al Señor como a aquellos que han sido dañados. Volviendo al Señor para obtener fortaleza, debemos hacerlo y lo haremos mejor “, dijo la declaración.
