Con los brazos abiertos, Cristo Rey espera la llegada de 40 mil jóvenes este fin de semana, que una vez más, peregrinarán al cerro del Cubilete para rendirse a sus pies y dar testimonio vivo de su fe.
Que nuestras huellas nos lleven a la eternidad, es el lema que este año se eligió para este magno evento que este 25 de enero cumple 50 años de llevarse a cabo, y en el que de manera especial se recordará a Juan Bosco y César Fernando, dos jóvenes que pertenecían al comité organizador del evento y que en 1975, durante apenas la segunda marcha, fueron asesinados para tratar de atemorizar a los jóvenes católicos mexicanos.
Desde entonces, el número de jóvenes que asisten a peregrinar al monumento de Cristo Rey, ubicado en el centro geográfico del país, se ha incrementado cada vez, más refrendando así por varias generaciones la fe de los jóvenes mexicanos.
La presidenta del movimiento juvenil Testimonio y Esperanza, Andrea Perea, (grupo encargado de coordinar este acto religioso año con año), pidió a los asistentes que en esta ocasión acudan a la marcha vestidos de rojo como un homenaje a los mártires de esta peregrinación Juan Bosco y César Fernando, así como también a todos los que a lo largo de la historia de México han derramado su sangre por Cristo Rey.
Hace 50 años
En la Iglesia Católica el año litúrgico se cierra con la celebración de Cristo Rey, con este motivo en 1974 integrantes de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM) de la zona del Bajío tuvieron la iniciativa de organizar una marcha juvenil al Santuario de Cristo Rey, ubicado en el cerro del Cubilete, lo que se ha llevado a cabo año con año sólo con una breve suspensión por la pandemia del COVID-19.
Los objetivos de esta peregrinación eran básicamente dos: revitalizar la agrupación católica juvenil atrayendo nuevos jóvenes, con una pública expresión de fe y de adhesión a Cristo; así como, ratificar la fidelidad de la ACJM a la Iglesia y en especial al Papa Paulo VI, revela la revista Forja.
En esa primera ocasión el lema de la peregrinación fue: ¡Juventud, Cristo es tu rey!
Esta iniciativa la asumió el Comité Central de la ACJM con la aprobación del Obispo de Zacatecas, Mons. Rafael Muñoz, presidente de la Comisión Episcopal Mexicana para el Apostolado Seglar.
Así, el sábado 23 de noviembre de 1974, en la víspera de la festividad de Cristo Rey, se llevó a cabo la Primera Marcha con la asistencia de 23 mil jóvenes de todo el país.
Al terminar el evento, se anunció que se enviaría una carta al Papa Paulo VI, a nombre de la Juventud Católica Mexicana en la que se expresaba su fidelidad a la Iglesia y al Papa Paulo VI, y también se manifestaba “la responsabilidad de vivir, difundir y defender la Fe Católica”.
En respuesta, la Secretaría de Estado del Vaticano envió un comunicado en el que se señalaba: “Su Santidad ha apreciado vivamente el homenaje de amor y devoción a su persona y a la Iglesia, manifestado por los miembros de esta Asociación, a quienes exhorta a seguir viviendo con entusiasmo los compromisos de vida cristiana y a entregarse generosamente al Apostolado, secundando con fidelidad las iniciativas pastorales de la Jerarquía Mexicana; con estos deseos el Santo Padre les otorga de corazón la Bendición Apostólica”.
En 1975, los jóvenes se preparaban para asistir una vez más a esta manifestación de fe a los pies del Cristo Rey del Cubilete.
Este año, se conmemoraba el 50 Aniversario de la institución de la Festividad de Cristo Rey, que el Papa Pío XI realizara a través de su Encíclica Quas Primas, del 11 de diciembre de 1925. Festividad especialmente importante para México y para la ACJM.
Además, el domingo 16 de noviembre en la Basílica de Guadalupe, se inició el recorrido por automóvil de la ofrenda que llevaba la ACJM al Santuario de Cristo Rey, un ramillete de rosas de plata que las autoridades de la Basílica habían ofrecido, a petición de la ACJM, para el Santuario de Cristo Rey. La ofrenda sería acompañada por una antorcha y la Bandera de la ACJM.
Pero esta segunda peregrinación fue marcada con la sangre de mártires, pues el sábado 22 de noviembre, dos jóvenes directivos de la ACJM fueron abatidos a balazos a los pies de la montaña, se trataba de Juan Bosco y César Fernando quienes se dirigían a Silao para recoger las rosas de plata.
Este hecho no amedrentó a los organizadores de la peregrinación, por lo que continuaron con la misma sin que se presentara ningún otro contratiempo.
Desde entonces varias generaciones de jóvenes han peregrinado cada año al Cubilete para manifestar públicamente su fe y pedir a Cristo Rey bendiga a todos y cada uno de los habitantes de esta tierra que es tierra de Santa María de Guadalupe.
¿Tú ya has vivido la experiencia de asistir a alguna peregrinación juvenil al Cubilete?
Te puede interesar: Asesinan a sacerdotes para desestabilizar comunidades
Facebook: Yo Influyo
comentarios@yoinfluyo.com