Mientras la madre de Juan René Silva Martínez espera viajar en estos días a la Ciudad de México para estar cerca de él durante el proceso legal que se le sigue por apuñalar a un sacerdote en la Catedral Metropolitana, la mamá del padre José Miguel Machorro Alcalá desconoce la tragedia de la que fue víctima su hijo toda vez que sus familiares no le han informado, ya que ella también se encuentra delicada de salud y temen que la noticia pueda desencadenar un suceso fatídico.
El Padre José Miguel Machorro Alcalá nació en Xachitlán, Puebla, en 1962. El 11 de mayo de 1985 cuando contaba con 23 años de edad, fue ordenado sacerdote diocesano en Poza Rica, Veracruz, en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, es licenciado en Derecho egresado de la Universidad Pontificia de México. En 1993 llegó a la Arquidiócesis de México como rector de un templo y actualmente está en servicio pastoral en la Catedral Metropolitana.
Entre otros cargos que el padre Machorro Alcalá ha ocupado durante 31 años de ministerio sacerdotal, destacan Secretario de la Pastoral Socio-Caritativa de la IV Vicaría y asesor jurídico en la Procuraduría de la Defensa del Menor, de la Familia y del Indígena en Veracruz.
El Padre Machorro se ha caracterizado por velar por los intereses de los grupos vulnerables, de manera particular de las comunidades indígenas.
El lunes pasado al terminar de dar la última misa en la Catedral Metropolitana, tomó el aspersor para rociar con agua bendita a los asistentes, sin imaginar nunca que como un cordero lo asechaba un lobo que quería degollarlo. Hoy en una cama de cuidados intensivos del hospital Mocel con la ayuda de oraciones y de los esfuerzos de los médicos sigue luchando una dura batalla para lograr mantenerse con vida.
El último reporte médico señala que sufrió un infarto al miocardio, por lo cual fue necesario volverlo a entubar e inducirlo al coma, su estado se reporta grave con el riesgo de un desenlace fatal.
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