Para resolver el desabasto de medicamentos, es necesario cambiar el modelo de suministro actual por uno centrado en la persona y no en las instituciones, en el que prevalezca la comodidad y bienestar de los pacientes.
Ante el grave desabasto de medicamentos que el año pasado tan sólo en el sistema público de salud sobrepasó los 24 millones de recetas no proveídas de manera efectiva, es necesario cambiar el modelo por uno que se centre en la persona y no en las instituciones, concluyeron especialistas en una mesa de trabajo organizada por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
En el encuentro se analizaron los esfuerzos que la sociedad civil ha realizado para apoyar a los pacientes, quienes se han visto afectados por esta situación y que de acuerdo a datos recabados por el colectivo Cero Desabasto en el periodo de 2018 a 2021 las recetas no surtidas a pacientes, registró un incremento del 1.2 por ciento al 9.7 por ciento.
Al respecto, Xavier Tello expuso que el origen de este problema sin precedente en el sistema de salud pública obedece en buena medida a los cambios en el sistema de compras consolidadas de medicamentos, primero encabezado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y después por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Resaltó que esta situación produjo aquello que se quería combatir: la falta de transparencia, el incremento en las adjudicaciones directas, investigaciones de mercado incompletas, compras con defectos y retrasos y cifras récord de claves desiertas, cuyo alto costo pagan únicamente los pacientes.
Tello destacó que es necesario cambiar el modelo de abasto actual por uno centrado en la persona y no en las instituciones; en el que prevalezca la comodidad y bienestar de los pacientes.
Destacó que en México existen la capacidad, infraestructura y tecnología, tanto en el sector público como en el privado, que hacen factible una mejora significativa en el acceso efectivo y oportuno a medicamentos y que además aseguran que el Estado mantenga un estricto control sobre tratamientos autorizados que cubrirán los institutos públicos de salud.
En su intervención, Andrés Castañeda dijo que otro de los aspectos a considerar es que se ha hecho patente la escasez de vacunas no COVID-19; la cobertura de vacunación muestra una tendencia descendente desde el 2018, lo que ha tenido un impacto negativo entre la población infantil.
Reveló que el número de amparos indirectos relativos al desabasto también se incrementó, pues mientras en el periodo de enero del 2019 a febrero del 2020 se promovieron únicamente 15 amparos, en los meses restantes del mismo año se promovieron cuatro mil 227 y en 2021, estos llegaron a los 15 mil 980, lo que representa un incremento del 278 por ciento.
La Coparmex reconoció los esfuerzos que han ayudado a documentar el desabasto de medicamentos, emprender acciones jurídicas para preservar el derecho a la salud y a alertar a las autoridades y la sociedad acerca de esta situación. Además, coincidió en la urgencia de desarrollar un nuevo modelo de abasto de medicamentos en México que opere bajo la rectoría del Estado.
Por su parte, Rodrigo Oria, presidente de la Comisión de Seguridad Social y Salud de Coparmex, expresó el compromiso del organismo empresarial de convocar a un grupo de trabajo que incluya a representantes de toda la cadena de abasto de medicamentos, desde laboratorios, responsables de distribución, médicos, investigadores y expertos en salud pública, para trabajar en una propuesta que ofrezca una solución de fondo al acceso a medicinas en el sector salud.
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