Introducción
La afirmación “No somos colonia, somos soberanos, desde siempre” ha sido utilizada en repetidas ocasiones por la presidenta Claudia Sheinbaum para reforzar un discurso de autonomía nacional. Sin embargo, sus recientes acciones han despertado dudas sobre la coherencia entre este ideal y la realidad política de su gobierno.
Desde acuerdos poco transparentes con Donald Trump, pasando por la subordinación política a Andrés Manuel López Obrador, hasta decisiones estratégicas que parecen responder más a intereses externos que a los del pueblo mexicano, la pregunta es inevitable: ¿Se está cediendo la soberanía de México bajo un discurso nacionalista vacío?
Contexto histórico: La soberanía como pilar de México
La independencia de México en 1821, la resistencia contra la intervención extranjera en 1862, la Revolución Mexicana en 1910 y la expropiación petrolera de 1938 han sido hitos fundamentales en la defensa de la soberanía nacional.
La Constitución de 1917 estableció principios inquebrantables sobre la autonomía de México en temas de política, economía y recursos naturales. Sin embargo, en el siglo XXI, la soberanía no solo implica rechazar invasiones extranjeras, sino tomar decisiones libres de presiones internas y externas.
Soberanía en disputa: La influencia de López Obrador
Una de las principales críticas hacia Sheinbaum es que su gobierno no opera con independencia, sino como una extensión del mandato de Andrés Manuel López Obrador.
El exmandatario no solo sigue dictando la narrativa política del país, sino que ha dejado en manos de Sheinbaum una estructura de poder diseñada para mantener su influencia en decisiones clave.
El analista político Carlos Bravo Regidor advirtió en una entrevista con Aristegui Noticias:
“Sheinbaum enfrenta un dilema: demostrar que es una líder con visión propia o aceptar que su gobierno será recordado como una continuación de López Obrador, sin autonomía real”.
Esta subordinación a un expresidente contradice la noción de soberanía política y debilita la credibilidad de su administración ante el electorado y la comunidad internacional.
Los acuerdos con Trump: ¿Negociación o sumisión?
Uno de los eventos que más ha generado dudas sobre la independencia del gobierno de Sheinbaum es su relación con Donald Trump.
El 3 de febrero de 2025, en una llamada de 45 minutos con el expresidente estadounidense, México aceptó desplegar 10,000 efectivos de la Guardia Nacional en la frontera para frenar la migración y el tráfico de fentanilo, a cambio de que Trump pospusiera por un mes la imposición de aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas (Fuente: El País).
El periodista Jorge Ramos cuestionó duramente esta decisión en Univisión, argumentando:
“Sheinbaum dice que defiende la soberanía, pero en la práctica cede a la presión de Trump. ¿Dónde está la autonomía mexicana si aceptamos despliegues militares en nuestra propia frontera a cambio de evitar aranceles?”.
Esta concesión recuerda la política de López Obrador en 2019, cuando Trump amenazó con aranceles y México accedió a convertir su frontera sur en un “muro de contención migratorio”.
La pregunta es: ¿Sheinbaum está dispuesta a ceder más en el futuro?
Manipulación de la opinión pública: Control del discurso
Otro factor que pone en duda la coherencia del gobierno con la soberanía es el manejo de la narrativa pública.
El periodista Salvador García Soto en El Universal expuso que la administración evita tocar temas sensibles en conferencias y comunicados oficiales, filtrando información y destacando únicamente los logros del gobierno.
“Hay un esfuerzo sistemático por encuadrar cualquier acción de gobierno dentro de un discurso nacionalista, aunque en la práctica las decisiones contradigan esa narrativa”.
Prueba de ello fue la reacción ante la polémica por los vuelos de espionaje estadounidenses en México, que Sheinbaum intentó minimizar al decir que “no hay nada ilegal”, a pesar de que suponen una intromisión extranjera en territorio mexicano (Fuente: El País).
Conclusión: ¿Soberanía o simulación?
Las acciones recientes del gobierno de Claudia Sheinbaum han generado un fuerte debate sobre si México sigue siendo verdaderamente soberano o si la autonomía nacional es solo un discurso vacío.
- El control político de López Obrador sobre el gobierno de Sheinbaum plantea dudas sobre la independencia de su mandato.
- Las concesiones a Trump en materia de seguridad y comercio debilitan la postura de México como nación autónoma.
- La manipulación de la opinión pública evidencia un esfuerzo por construir una narrativa oficialista, sin transparencia en las decisiones gubernamentales.
En una entrevista con CNN, el exsecretario de Relaciones Exteriores Jorge Castañeda fue tajante al respecto:
“México está en un punto crítico: o defendemos nuestra soberanía con acciones concretas o nos resignamos a ser un país que se rinde ante intereses internos y externos.”
Si México quiere seguir siendo un país soberano en el siglo XXI, el gobierno debe demostrar con hechos que la frase “No somos colonia, somos soberanos, desde siempre” es más que una consigna política.
La soberanía no se grita, se ejerce.
Fuentes:
- El País: México acepta condiciones de Trump para evitar aranceles
- Univisión: Jorge Ramos cuestiona las concesiones de México a EE.UU.
- El Universal: Salvador García Soto – Control del discurso en el gobierno de Sheinbaum
- CNN: Jorge Castañeda sobre la soberanía de México
- El País: Sheinbaum minimiza vuelos de espionaje estadounidenses en México
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