Sin maíz, no hay tortilla ni país

Tortillas, tamales, pozole, tostadas, sopes, gorditas y pinole son algunos de los alimentos que día a día consumen los mexicanos y los cuales se preparan a base de maíz. ¿Te imaginas qué sucedería si no hubiera maíz en el país?

Desde la época prehispánica el maíz es considerado el corazón de la alimentación, cultura y economía mexicana pero actualmente existe una crisis en torno a la producción en el país debido al cambio climático, por lo que para que no falte es necesario exportar este grano, lo que ha sucedido desde hace muchos años incluyendo al maíz transgénico.

El impacto de esta situación no solo afecta a los productores y consumidores, sino también a la soberanía alimentaria de México.

Uno de los principales factores que ha complicado la producción de maíz es el cambio climático. Sequías prolongadas, lluvias irregulares y eventos climáticos extremos han reducido significativamente las cosechas en los últimos años. Según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en 2023 la producción de maíz disminuyó 10 por ciento en comparación con el promedio de la última década.

Quienes más desafíos tienen debido a esta situación son los pequeños agricultores, quienes representan el 80 por ciento de los productores de maíz en el país. Sin acceso a tecnologías avanzadas o sistemas de riego eficientes, estos campesinos dependen de las lluvias estacionales, que han sido cada vez más erráticas.

A fin de abastecer a los consumidores del país ha sido necesario incrementar las compras del extranjero, especialmente de Estados Unidos. Actualmente, México importa cerca del 35 por ciento de su consumo total de maíz, principalmente para uso industrial y alimentación animal. Esta situación ha generado preocupación por la vulnerabilidad del país ante fluctuaciones en los precios internacionales y decisiones políticas externas.

México importa aproximadamente 17 millones de toneladas de maíz amarillo anualmente, en su mayoría transgénico, utilizado principalmente para consumo animal.

En 2023 el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, emitió un decreto que prohibía el uso inmediato de maíz transgénico en la elaboración de masa y tortillas, además de que preveía eliminar gradualmente el uso de maíz transgénico y el herbicida glifosato, con el objetivo de proteger la biodiversidad local, la salud pública y la producción de maíces nativos. 

Ante ello el gobierno de Estados Unidos, principal exportador de maíz transgénico a México, presentó una queja ante un panel internacional bajo el argumento de que las restricciones carecían bases científicas sólidas y violaban las disposiciones del T-MEC sobre comercio y uso de biotecnología agrícola.

Apenas el 20 de diciembre el panel dio a conocer su decisión sobre esta controversia fallando en contra de la medida del gobierno mexicano al determinar que el Decreto de México no se basaba en la ciencia e ignoraba décadas de uso seguro y comercio de maíz transgénico y otros productos básicos. 

Una vez dada a conocer la decisión del panel, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo indicó que espera que el Congreso apruebe a principios del próximo año una prohibición a la siembra de maíz genéticamente modificado en el país.

“Con la ayuda del Congreso de México vamos a revertir esta resolución porque muy pronto, en febrero, van a legislar, estoy segura, que no se puede sembrar maíz transgénico” ya que aseguró que “debemos proteger la biodiversidad de México en nuestro país… sin maíz no hay país”, subrayó.

Más caro

El aumento en los precios del maíz también ha tenido un impacto directo en los hogares mexicanos. Productos básicos como la tortilla, que forma parte fundamental de la dieta diaria, han registrado incrementos significativos. En algunas regiones del país, el precio por kilo de tortilla superó los 25 pesos en 2023, afectando principalmente a las familias de menores ingresos.

Organizaciones de consumidores han denunciado que el encarecimiento del maíz está relacionado no sólo con factores climáticos, sino también con especulación y falta de regulación en el mercado. Mientras tanto, los productores se quejan de que los precios que reciben por sus cosechas no reflejan los altos costos de producción, incluyendo fertilizantes, semillas y combustibles.

¿Crees que tu bolsillo resistiría los incrementos a los alimentos elaborados con maíz?

Te puede interesar: Violencia sin tregua: México cierra 2024 en alerta

@yoinfluyo

Facebook: Yo Influyo

comentarios@yoinfluyo.com

Compartir

Lo más visto

También te puede interesar

No hemos podido validar su suscripción.
Se ha realizado su suscripción.

Newsletter

Suscríbase a nuestra newsletter para recibir nuestras novedades.