Eventos donde utilizan símbolos o pseudo ceremonias prehispánicas, son calificadas como manipulación política y falta de respeto a los indígenas, ha señalado el investigador Jorge Traslosheros.
Los trabajos de habilitación del Tren Maya tuvieron como preámbulo un ritual para pedir a su autorización a la Madre Tierra, que encabezó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, este domingo 16 de diciembre.
Con diferentes sedes en la península de Yucatán, en Edzá y Becán en Campeche, Chichen Itzá en Yucatán; Tenosique en Tabasco; Palenque, Chiapas y Tulum en Quintana Roo, la ceremonia se realizó de manera simultánea. El presidente Obrador encabezó la ceremonia realizada en el antiguo aeropuerto de Palenque.
En el ritual participó tanto el gobierno federal como los gobernadores de los estados por lo que circularía el tren. Representantes de 12 pueblos originarios de Chiapas pidieron “el permiso” en una ceremonia que incluyó “la entrega a la madre tierra” de aguardiente, pollo y tortillas, con la finalidad de obtener su anuencia para esta obra que busca incrementar el desarrollo económico de la región.
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Al respecto, Emilio Ramón Ramírez Gutiérrez, secretario para el desarrollo sustentable de los pueblos indígenas señaló que “tenemos que pedir permiso a la tierra porque de ella comemos y en ella caminamos”.
Los trabajos comenzarán a realizarse el lunes 17 de diciembre rehabilitando las vías férreas que van de Palenque a Valladolid, y que pasan por Campeche y Mérida.
Es un proyecto que pretende activar el desarrollo económico en el sureste de México y se afirma que en la mayoría del recorrido el gobierno cuenta con derecho de vía gracias a las líneas de la Comisión Federal de Electricidad, vías férreas y carreteras.
La realización de la obra fue una decisión anunciada desde la campaña presidencial del actual presidente, incluso antes de la segunda consulta organizada por el gobierno, y antes de contar con los estudios correspondientes ya se había programado en el proyecto de presupuesto.
Neo indigenismo
Sobre este tipo de ceremonias con elementos indigenistas, como el permiso a la Madre Tierra o la entrega del bastón de mando a López Obrador, posterior a su toma de posesión como presidente de la República, el historiador Jorge Traslosheros, ha señalado que este tipo de actos son “estrictamente de manipulación política y una falta enorme de respeto a los indios, porque no significan nada”.
Y agregó que “un recurso político que manipula la raíz indígena de México en aras de legitimarse supuestamente frente a la ciudad, frente los pueblos originarios de aquí finalmente es una escenografía de carácter político”, y señaló que no son nuevos ya que existe registro de muchos actos de otros presidentes de México en situaciones similares.
Reactivar la economía del sureste mexicano
El presidente López Obrador señaló que la construcción del Tren Maya significará un “acto de justicia” que cambiará el rostro empobrecido del sureste mexicano.
Durante la ceremonia simbólica, el presidente señaló que la obra tendrá una duración de cuatro años y contará con más de 1 500 kilómetros, además que cruzará cinco Estados: Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo. Tendrá una inversión de 150 000 millones de pesos aproximadamente y contará con 15 estaciones.
Señaló que el tren será respetuoso con el medio ambiente, pues usará locomotora de biodiesel híbrida, y cuidará la flora y fauna de los tramos que cruce, especialmente de los más selváticos.
“Ahora que hablamos del Tren Maya, surgieron algunos que protestaron diciendo que se iba a afectar el medio ambiente, pero al contrario, no vamos a tirar un solo árbol”, aseguró el presidente.
Afirmó que en dos meses se publicará la licitación para la construcción de los primeros cuatro tramos del Tren Maya, además que a las empresas que participen en el proyecto se les dará una concesión y una subvención o apoyo por parte del gobierno por cada kilómetro de vía férrea que construyan.