El país experimenta una evolución democrática que está polarizando los niveles del desarrollo democrático, afirmó Jorge Arias, director de la consultora PoliLat.
México retrocedió cuatro por ciento en el ejercicio de los derechos y libertades democráticas, con lo que por dos años consecutivos se ha deteriorado este indicador, revelan los estudios del Índice de Desarrollo Democrático 2020.
La dimensión con más bajo promedio es la Democracia de las Instituciones, la cual mide la calidad institucional y la eficiencia política de México. Esta cayó a tres mil 324 puntos, lo que significa 13 por ciento con respecto al año pasado cuando alcanzó 4 mil 097 puntos. Esta calificación se acerca al promedio obtenido en 2018 cuando registró 3 mil 234 puntos.
Por cuarta vez Yucatán volvió a alcanzar el primer lugar del ranking en los diez años de medición del Índice de Desarrollo Democrático de México, seguido de Baja California Sur, Aguascalientes y Querétaro. En contraste, las cinco entidades peor calificadas son Guerrero, Morelos, Veracruz, Michoacán, Oaxaca y Chiapas.
En el rango de Democracia Social, las entidades mejor calificadas son Baja California, Hidalgo, Nuevo León, Baja California Sur y Colima. Con menor desarrollo fueron Tabasco, Chiapas, Campeche, Puebla y Querétaro.
En Democracia Económica, Ciudad de México, Nuevo León, Querétaro, Aguascalientes y Durango obtuvieron los altos índices. Mientras que Guerrero, Morelos, Baja California, Oaxaca y Chiapas reflejaron las más bajas puntuaciones.
Este índice mide el desarrollo democrático en las 32 entidades del país bajo cuatro dimensiones: democracia de los ciudadanos, de las instituciones, social y de la economía, para evaluar el ejercicio efectivo de los ciudadanos y situaciones que los violentan; la calidad de las instituciones y la eficiencia del sistema político para lograr avances democráticos, así como la gestión de gobiernos para el desarrollo social y humano.
El estudio realizado cada año por la Fundación Konrad-Adenauer México, la consultora PoliLat, el Instituto Nacional Electoral (INE), la Confederación USEM y el Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPOS) analizan las fortalezas y debilidades en el desarrollo de la democracia mexicana, donde todas las dimensiones evaluadas presentan promedios menores en comparación con el año anterior.
Durante la presentación en línea del estudio, el director ejecutivo de Capacitación Electoral y Educación Cívica del INE, Roberto Heycher Cardiel Soto, dijo que la democracia no es una tarea exclusiva de los gobiernos, los ciudadanos, la sociedad civil organizada o del empresariado, sino de toda la sociedad y no trabajar en conjunto dificultará remontar los déficits democráticos que hoy prevalecen en el país.
No obstante, enfatizó, el retroceso de las democracias es un fenómeno global porque hay un mayor número de países con déficit que con crecimiento democrático, y esto, consideró, es derivado de la debilidad de la cultura cívica y política democráticas.
Por su parte, Jorge Arias, director de la Consultora PoliLat, dijo que México experimenta una evolución democrática que está polarizando los niveles del desarrollo democrático, ya que mientras se duplica el número de entidades de alto desarrollo, también se redoblan aquellas que tienen un menor avance. Esta polarización debería llamar la atención de autoridades y gobernantes para evitar que las brechas se sigan ensanchando.
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