“Ante los riesgos que hoy enfrenta la democracia, frente a los intentos que se han hecho para vulnerar las condiciones que nos permiten tener elecciones libres y auténticas, para desmantelar las instituciones que nos protegen de los abusos y para imponer una sola visión del mundo y de la nación, es que hoy nos manifestamos en las calles de nuestro país”, aseguró Lorenzo Córdova Vianello, expresidente del Instituto Nacional Electoral (INE), durante su mensaje en el Zócalo de la Ciudad de México como único orador de la Marcha por la Democracia.
Ante un Zócalo lleno con 700 mil personas, según los organizadores, Córdova Vianello aclaró que democracia, no son solo elecciones libres, significa también que tengamos la posibilidad de acudir ante un juez cuando el gobierno nos persigue injustamente; o bien que un periodista pueda publicar una investigación sobre la corrupción; o que los ciudadanos podamos contar con información sobre cómo el gobierno gasta el dinero público, o cuáles son las decisiones que están detrás de una obra de infraestructura, o de la política de salud; y también que la Suprema Corte anule una ley que va en contra de la Constitución. Todo eso significa tener democracia.
Afirmó que “la democracia no nos cayó de lo alto, no fue una concesión graciosa ni un regalo del poder, sino que es el resultado de muchas luchas ciudadanas que costaron esfuerzo, dedicación y en algunas ocasiones hasta sangre”.
Por ello, es a los ciudadanos de este país a quienes corresponde defender las instituciones frente a los intentos por desmantelar lo que hemos construido. Por eso estamos aquí reunidos.
Córdova Vianello consideró que existen tres logros democráticos que están en riesgo: 1.- Las reglas y las condiciones que nos permiten votar en libertad en elecciones auténticas y equitativas; 2.- Las instituciones de la democracia, y 3.- La Constitución.
Con respecto a las reglas y las condiciones para votar en libertad, destacó que a los mexicanos nos costó mucho tener órganos electorales confiables que fueran autónomos del poder e independientes de los intereses de los partidos políticos.
Resaltó que “nos pasamos más de 40 años construyendo una escalera, cada vez más sólida, cada vez más robusta, cada vez más firme, para que quien tuviera los votos pudiera acceder al primer piso y hoy, desde el poder, quien llegó a ese primer piso por la libre voluntad de la ciudadanía, pretende destruir esa escalera para que nadie más pueda transitarla”.
Por otra parte, el expresidente del INE al señalar que están en riesgo las instituciones de la democracia, recordó que por 30 años hemos construido organismos que nos han permitido controlar y limitar el poder del gobierno para evitar que se abuse del mismo; instituciones que, además, sirven para proteger que nuestras libertades y derechos no sean atropellados. Y hoy, por el hecho de que le incomodan, desde el poder se busca desaparecerlas, subordinarlas o capturarlas.
Reconoció que a pesar de que existen muchas cosas que pueden y deben mejorarse, eso “no implica que con ese pretexto se quiera echar por la borda lo que hemos conquistado. Hay quien dice que ‘las instituciones sí se tocan’. ¡Claro que sí, pero sólo si es para mejorarlas! Si lo que se quiere es desmantelarlas, destazarlas o capturarlas, lo decimos fuerte y claro, si es para eso, ¡claro que no se tocan! Desde la sociedad, no vamos a permitirlo porque sería robarnos nuestra esperanza de futuro para pretender regresarnos a un pasado autoritario que con mucho esfuerzo dejamos atrás”.
Asimismo, indicó que la Constitución está en riesgo. Aseveró que la conformación de la Carta Magna se dio por un pacto político que garantiza que todos, sin excepción, tengamos cabida, con respeto para nuestros derechos, en primer lugar, en el de pensar diferente.
Aseguró que desde hace algunos años “se ha pretendido dividir a la sociedad entre quienes son parte del pueblo y quienes son sus enemigos, como si el pueblo no fuéramos todas y todos nosotros, como si en México sólo unos tuvieran cabida y los otros salieran sobrando. Esa polarización que divide al mundo entre buenos y malos, entre amigos y enemigos, no sólo es falsa y artificial, sino que es profundamente autoritaria”.
Lorenzo Córdova señaló que “estamos frente a un proyecto de reinstauración autoritaria que quiere regresarnos a las épocas de un partido hegemónico que pretende revertir muchas de las conquistas democráticas que se han conseguido y que fueron precisamente las que les permitieron llegar al poder”.
Aseguró que no se trataba de especulaciones ni de falsas alarmas, pues destacó que ahí están las iniciativas para demostrarlo.
Defensa de la democracia es ciudadana
El día lucía con un intenso sol que no dejaba de quemar la piel, pero a pesar del calor y el cansancio el ánimo de los asistentes, escuchaban con atención a Lorenzo Córdova quien insistió en que es tarea de los ciudadanos defender los pasos dados en la democracia “no podemos quedarnos cruzados de brazos, por eso estamos aquí y volveremos cada vez que sea necesario, para levantar la voz y para decir: ¡si es para desmantelarla, la democracia no se toca! No se tocan ni las condiciones para el voto libre, ni los organismos de control democrático, ni la constitución que divide el poder y protege nuestros derechos”.
Asimismo, envió un claro y directo mensaje a los candidatos y partidos: “no olviden nunca que deben someterse a la Constitución y a la ley. Les decimos sin titubeos: la ley sí es la ley y los gobernantes son los primeros que deben sujetarse a ella y someterse a los límites que la Constitución les impone”.
Lorenzo Córdova también dejó en claro que los mexicanos confiamos en las instituciones electorales, “pero no les hemos dado un cheque en blanco”, por lo que los ciudadanos le darán seguimiento a cada una de sus decisiones para evitar que tengan sesgos y favoritismos y “vamos a observarlas para que no se sometan al poder y para que actúen con plena autonomía e independencia”, apuntó.
Para defender las elecciones, pidió tres cosas: primero, que los ciudadanos que sean convocados por el INE para ser funcionarios de casilla, acepten sin reparos a fin de garantizar el respeto al voto. En segundo lugar, que quienes tengan oportunidad se registren como observadores electorales, y en tercer lugar, que todos los ciudadanos salgan a votar masivamente en las elecciones.
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